Todo indica que la seguridad en la ciudad está empeorando, porque ahora se reconoce que en la calle están ocurriendo hechos criminales que hasta un par de años nos daba la impresión que ocurría en otras urbes y nos llegaban desde por allá esas noticias.

Específicamente está ocurriendo esta modalidad delictiva con el robo de teléfonos celulares.

Por causa de mi trabajo me entero de los casos de personas que ingresan a los servicios de Urgencias con heridas graves que requieren atención urgente y especializada, si es que han logrado sobrevivir a la agresión con armas de fuego esgrimidas y disparadas por asaltantes que las usan para hacerse a la fuerza de los teléfonos móviles.

No basta para los ladrones hacerse de manera violenta a las pertenencias de inermes ciudadanos, sino que terminan causándoles daño físico y en algunas ocasiones la muerte.

No es sin embargo una situación nueva, las noticias de este tipo de atraco las conocemos desde hace meses, se han intensificado en los últimos días y lo llamativo es que ocurren en los barrios periféricos, a plena luz del día y frente a la residencia de quienes son víctimas.

Los delincuentes son de aquí aunque también hay grupos compuestos por venezolanos que llegaron a la ciudad empujados por la difícil situación que se vive en su país.

Las autoridades locales y la  Policía Nacional están al tanto de la situación, conocen las estadísticas y realizan esfuerzos encaminados al control de estos delitos y la captura de los delincuentes; pero aún así, los robos se han multiplicado y los victimarios ponen en serio peligro la integridad de los ciudadanos por el uso de armas de fuego.

El problema está lejos de resolverse porque los afectados no denuncian, lo cual impide que cuando haya incautaciones por la policía de los teléfonos robados, se lleve a efecto la respectiva judicialización de quienes son sorprendidos en flagrancia.

Otro factor que incide en el problema es que los usuarios no tienen conciencia de reportar el Imei, el código de cada equipo, que es la identificación del mismo, lo cual facilitaría que sean bloqueados cuando son hurtados y no puedan ser usados en otros países, especialmente los vecinos, los cuales son el destino de muchos de los teléfonos robados en nuestras calles.

De tal forma que la solución está en manos de las autoridades, pero deben contar con el concurso de los ciudadanos aportando datos y denunciando, de otra manera las cifras aumentarán y esto contribuirá a que sea mayor la inseguridad en toda la ciudad.

Estamos en la época festiva por la Navidad y final de año, cuando más tranquilos debemos estar para disfrutar en familia con alegría la ocasión.