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Por una mejor convivencia
La Policía adelanta una campaña de divulgación de este nuevo código con el objeto, que todos conozcamos estas disposiciones y las sanciones.
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Sábado, 28 de Enero de 2017

A partir de mañana entra en vigencia el nuevo código de Policía, el cual otorga herramientas a esta fuerza para custodiar a los ciudadanos y hacer cumplir ciertas disposiciones que buscan el bienestar de toda la población. Dice el primer artículo: “las disposiciones previstas en este código son de carácter preventivo y buscan establecer las condiciones para la convivencia en el territorio nacional al propiciar el cumplimiento de los deberes y obligaciones de las personas naturales y jurídicas, así como determinar el ejercicio del poder, la función y la actividad de Policía”

La Policía adelanta una campaña de divulgación de este nuevo código con el objeto, que todos conozcamos estas disposiciones y las sanciones a que se hacen merecedores quienes no las acaten. Están categorizadas de acuerdo con la gravedad de las mismas y son multados los trasgresores de igual forma. En el tipo I están las más elementales: irrespeto a la Policía, arrojar basuras en el espacio público, invadir el carril de la ciclorruta y el mal uso del sistema de transporte público, donde los hay. Quien infrinjan estas disposiciones tendrán a una sanción pecuniaria de $ 98.360. 

Otras multas de mayor tamaño están reservadas para quienes se cuelen en el servicio de transporte público, porten armas, saquen a pasear el perro de raza peligrosa sin el uso del bozal, pintar grafitis, ingerir bebidas alcohólicas en sitios públicos y ocupar el espacio público. El costo del castigo por incurrir en estas conductas es de $ 196.720. Para otros tipos de comportamientos esta suma se duplica, estos son los casos de tener relaciones sexuales en sitios públicos, las fiestas con volúmenes de música excesivo, la agresión a una persona, consumir licor en un establecimiento educativo.  

En el caso de la agresión a un miembro de la policía, colgarse de un servicio público, manipular pólvora, ejercer la prostitución en sitios no autorizados, irrespetar manifestaciones y vender cigarrillos y licores a menores de edad; la multa es de $ 786.880. 

Este es apenas un esbozo de toda la normatividad contemplada en este nuevo compendio de disposiciones que promueve un manual de convivencia. ¿A quién no le fastidia un vecino ruidoso que altera la tranquilidad y atenta contra el ambiente pacífico que debe prevalecer en cualquier vecindario? Al mismo tiempo estas disposiciones velan por la integridad de los colombianos y quienes nos visitan, ante agresiones o uso indebido de material explosivo. El artículo 38 contempla los comportamientos que afectan a los niños y adolescentes. También permite pero reglamenta la prostitución. 

Algunos han levantado la voz para indicar que este instrumento legal podría ser utilizado para  arbitrariedades por las autoridades. Esto porque se faculta a la Policía  a  entrar a las casas y centros educativos sin orden judicial y con autorización del Alcalde, pero en los casos especiales que están expresos en la misma ley. Por sanciones a quienes ocupen el espacio público, lo cual se sabe es un mal de difícil erradicación en casi todas las ciudades. El caso de los grafiteros a quienes se les prohíbe hacer estas inscripciones, existe el precedente de enfrentamiento con la Policía que terminó con la muerte de un muchacho en Bogotá.  

Pensemos que la aplicación de este código de verdad ayudará a la mejor convivencia y podrá corregir conductas que se han hecho costumbre, pero que son contrarias al orden y el sentido común, solo que ahora se les sanciona, tal como debe ser.

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