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Sanciones de élite
Los inconvenientes para ponerse al día son múltiples y las quejas se han producido por doquier.
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Domingo, 16 de Octubre de 2016

Los hechos recientes  han dejado en evidencia mucho de lo que sucede en nuestras calles, esto ha ocurrido por la presencia del grupo élite de la Policía Nacional que se ha ocupado del tránsito local por estos días y ha desnudado el comportamiento de los cucuteños, tanto conductores de vehículos, como de motociclistas y peatones. 

Los comparendos han estado a la orden del día, como consecuencia de infracciones múltiples, así que  las multas con las cuales han sancionado a los conductores y han engrosado el recaudo de las autoridades locales de tránsito, porque no han sido pocos. En cambio, los inconvenientes para ponerse al día son múltiples y las quejas se han producido por doquier.

Lo llamativo de esta situación es que se necesite un grupo especializado para poner orden y aplicar los correctivos al caos vehicular. Entonces, ¿dónde estaban las autoridades antes de que esto ocurriera? ¿Se estaban haciendo los de la vista gorda? ¿Estaban obteniendo ganancias personales y no aplicaban los comparendos sancionatorios como la ley lo prescribe?

Según las palabras del comandante de la Policía el problema radica en la falta de patrulleros dentro de la institución que estén dedicados a estos quehaceres del tránsito en la ciudad. Esa carencia de un número adecuado es el causante del desorden y la falta de autoridad, lo cual justifica la presencia del cuerpo élite en las calles de Cúcuta. 

Necesitamos aprender la lección, porque hasta ahora la falta de la documentación personal y del vehículo en regla, así como el mantenimiento del buen estado de los vehículos no se juzgaba como importante; tampoco estacionar en sitios prohibidos o exceder la velocidad. Todo se había hecho costumbre como hacer cruces prohibidos, así como aquellos que han obligado a la colocación de obstáculos que impidan hacer esos giros. En este caso sobran los ejemplos, pero uno de los más llamativos es el de la calle 21 al terminar el puente sobre la avenida cero, donde los padres de los niños del colegio Calasanz hacen y deshacen cuando llevan o recogen a sus hijos. Lo mismo sucede una cuadra más abajo. 

Por las medidas tomadas, la gente se está preguntando si hace falta que se reduzca la velocidad a niveles tan bajos como 30 kilómetros por hora en un tramo de Los Patios y en la autopista de San Antonio?  Con ello se reduce el flujo de manera importante, es cierto, pero si se está buscando disminuir la accidentalidad se podría reducir la velocidad a un poco más de ese límite, disponer de carriles exclusivos para las motocicletas y construir puentes peatonales y evitar que los peatones atraviesen estas vías. 

El civismo en este aspecto está bien lejos de aplicarse y la indisciplina reina, pero con la ayuda de las autoridades tenemos que poner orden y cambiar en este aspecto, porque las cosas no se resuelven haciendo sonar el pito, sino con respeto por las normas y las autoridades.

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