El pasado 12 de julio, el juez 56 de Conocimiento de Bogotá decidió absolver a Edmundo del Castillo, exsecretario jurídico de la Casa de Nariño, y a César Mauricio Velásquez, exsecretario de Prensa de la presidencia de Álvaro Uribe, de los cargos que se les imputaba por el escándalo de las chuzadas del DAS.

El uribismo calificó esto como triunfo de una “justicia imparcial”. Sin embargo, el caso viró nuevamente por una decisión de segunda instancia del Tribunal Superior de Bogotá que terminó condenándolos.

La decisión estuvo a cargo del magistrado Dagoberto Gómez, quien consideró que el juez de primera instancia falló con pruebas precarias y sin tener en cuenta que hubo un entramado “criminal” para desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia.

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También ratificó los delitos de delitos de concierto para delinquir, peculado por apropiación, peculado por uso y violación de comunicaciones agravado, todo esto para enlodar a magistrados que en su momento realizaban investigaciones sobre la parapolítica, en un nexo entre las extintas autodefensas y congresistas que se alineaban con el Gobierno de entonces.

Por esto, el magistrado decidió imponer una pena de 63 meses y un día de cárcel, además de una inhabilidad que regirá por el mismo tiempo. Del Castillo –quien vive en Roma (Italia)– pagará con casa por cárcel, mientras Velásquez estará en intramural.

En su fallo–contrario al del juez de primera instancia que consideró que los ahora condenados no tenían injerencia en el tema–, el magistrado dijo: “La intención de los exfuncionarios no era proteger la institucionalidad, sino enlodar la imagen de los magistrados”.

Hay que recordar que el escándalo por el que ahora son condenados sucedió en 2007 durante el segundo gobierno del expresidente Uribe, y del que en su momento la Fiscalía dijo que Del Castillo y Velásquez, “haciendo uso de sus posiciones distinguidas y la influencia en diferentes entidades del Estado, planearon, supuestamente, el desprestigio de la Corte Suprema y de la legitimidad de las sentencias proferidas frente a los casos de alianzas o nexos entre congresistas y otros políticos con cabecillas de las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc)”.

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Así las cosas, el magistrado siguió firme con que Edmundo del Castillo tuvo relación con paramilitares para entregarles información que se había obtenido de manera ilegal desde el DAS y de esa manera desprestigiar a los magistrados.

En el caso de César Mauricio Velásquez, este concertó con varios funcionarios del Gobierno una estrategia de comunicaciones con el fin de divulgar la Fiscalía le endilgó haberse concertado con funcionarios del gobierno del expresidente Uribe en la planeación de una estrategia de comunicaciones y la divulgación de comunicados que tenían como fin el desprestigio del alto tribunal y de la condenada excongresista Yidis Medina

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