El Ejército ha señalado a Wilder de Jesús Alcaraz Morales como responsable del ataque con ráfagas de fusil y con explosivos que el Ejército recibió en la madrugada de este miércoles en Turbo (Antioquia).
El hombre, conocido como 'El Indio', es el principal cabecilla de la subestructura Juan de Dios Úsuga del Clan del Golfo. Sería el culpable de la muerte del soldado Luis Orlando Caballero Caballero y de las heridas causadas a otros doce militares.
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De acuerdo con información del Ejército, el ataque se presentó cuando una unidad de la Brigada 17 se desplazaba por la vereda Los Enamorados. Los oficiales heridos reciben atención en centros asistenciales y, según reportes médicos, están fuera de peligro.
Mientras tanto, las autoridades investigan. La Fiscalía General de la Nación destacó un equipo, la Gobernación de Antioquia ofreció $50 millones como recompensa y el Ministerio de Defensa confirmó que la ofensiva contra el Clan del Golfo en la zona continúa.
En medio de las indagaciones, se ha señalado a 'El Indio' como el principal responsable. El individuo, según la inteligencia del Ejército, comenzó su carrera criminal en 2012, inicialmente encargándose de cobrar extorsiones a los comerciantes de Turbo.
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Además, era el delegado para ejecutar homicidios selectivos ordenados por el Clan. Por ello, se ganó la confianza de varios superiores, así que fue escalando hasta convertirse, en 2018, en el segundo cabecilla de las redes urbanas del grupo en el municipio.
Ya en 2022, Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias 'Chiquito Malo', lo nombró cabecilla de la zona de Turbo, por lo que tuvo la tarea de organizar los anillos de seguridad y de continuar con las extorsiones, los homicidios y los ataques a la Fuerza Pública.
Su experiencia delincuencial le valió su designación como cabecilla de la Juan de Dios Úsuga. El ataque de este miércoles, presuntamente perpetrado por esa subestructura, es interpretado por el Ejército como una retaliación de parte del Clan del Golfo.
La represalia habría llegado como respuesta a la captura de Jacob Rodríguez Úsuga, alias 'Atilo', que ocurrió en el municipio antioqueño de Carepa la semana pasada, unos diez años después de haber sido detenido por primera vez por las autoridades.
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