Si hay algo claro es que está haciendo más calor en Colombia a raíz del fenómeno de El Niño, que tiene azotado el país con arrasadores incendios forestales en regiones como Vichada, Santander, Cauca, Boyacá y Cundinamarca. La ola de calor es tal que está afectando los cultivos, matando el ganado y secando los embalses hidráulicos que normalmente garantizan cerca de 85% de la energía eléctrica en el país. ¿Se ha preguntado si mientras enfrenta la temperatura se podría apagar el aire acondicionado o el ventilador de su casa a raíz de un desabastecimiento de energía, mejor dicho: es posible un apagón en Colombia?

Ese temor no se trata de algo nuevo, el fantasma del apagón de hace 30 años sigue rondando en la memoria de los colombianos que en ese entonces se levantaron temprano y el interruptor no funcionó. En los últimos meses ha revivido la preocupación de si el sistema energético del país está preparado para esto.

Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), que agremia a cerca del 85% de las empresas generadoras de energía, habló sobre el tema y dio un parte de tranquilidad, pero advirtió que no es momento para quedarse de brazos cruzados.

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La líder gremial dijo que el país cuenta con energía suficiente para atender la demanda del servicio. Y eso obedece a que luego del histórico apagón del siglo pasado, el sector empezó a planear el abastecimiento a largo plazo.

“El riesgo de apagón está latente, aunque las autoridades y gremios envían un mensaje de confianza en que tenemos embalses y holguras en la oferta que nos permitirán pasar el fenómeno sin apagón, siempre y cuando se haga un manejo prudencial del agua de los embales y entre a operar la generación térmica con toda su capacidad”.

Y no se trata de subestimar la actual coyuntura, pues es una realidad que los embalses hoy están al 60% de su capacidad, ya que las altas temperaturas los están secando. Y eso se suma a que está lloviendo un 48% menos de lo esperado. En otras palabras: se está gastando más agua de la que se está recibiendo. Y es precisamente la generación térmica, que menciona Gutiérrez, es la clave para que nos salva de que un día nos levantemos sin energía. De hecho normalmente entre el 85% y 95% de la energía en Colombia se solventa por el sistema hidráulico (hoy al 60% ), por lo que han tenido que complementar la demanda con las plantas térmicas de carbón y gas.

El problema es que estas materias primas están elevando los costos de las generadoras. “Utilizar la energía térmica necesariamente aumenta los costos promedio de generación, que impactan las tarifas”, anotó.

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¿Subirá la energía?

Esos mayores costos, una mayor demanda y escasez de energía, influyen en los precios. De hecho, la semana pasada la energía volvió a tener alzas en la bolsa: el lunes pasado, el precio del kilovatio por hora (kHw) se ubicó en un promedio de $484,7/kWh, mientras que el precio ideal máximo que se tenía previsto era de $501,71/kWh.

De acuerdo con los expertos, esos son valores que están casi $300/kWh por encima de los habituales, pues el kilovatio por hora debería estar en promedio a unos $200. Sin embargo, no son los niveles que se vieron en septiembre y octubre del año pasado, cuando el precio en bolsa se ubicó por encima de los $900/kWh e, incluso, superó los $1.500/kWh.

A finales de octubre el valor comenzó a estabilizarse, y a bajar a los $300, a raíz de la entrada en operación de las turbinas tres y cuatro de Hidroituango, así como del avance de Termocandelaria en proyectos energéticos.

Entonces, ¿esa subida de precios en la bolsa quiere decir que aumentará el costo de la tarifa en el recibo de la luz inmediatamente?, la respuesta es que no pasará en la mayor parte de facturas, según dijo la presidenta de Acolgen. Esto porque el 85% de las comercializadoras y distribuidoras regionales compran la energía con anticipación, eso quiere decir que el servicio que actualmente se está cobrando en el recibo de la luz se compró hace meses o años.

La preocupación

Natalia Gutiérrez resaltó que algo preocupante a largo plazo, en su concepto, es que el país no se está preparando para un próximo fenómeno de El Niño. Argumentó que la demanda de energía está creciendo dos veces más rápido y en cambio la oferta está quedando rezagada, ya que Colombia no está recibiendo los proyectos y la inversión que debería. “El 2027 se anuncia ya como el año del quiebre. Si las cosas siguen a este ritmo se devolverá el país al apagón”, lamentó.

Añadió que para evitar ese escenario, es imprescindible que el Gobierno trabaje para que entren los proyectos atrasados, y también para adjudicar nuevos cupos de generación en la subasta de energía, que el Gobierno viene aplazando desde el año pasado. Esto requiere que muchos inversionistas, la mayoría extranjeros, tengan interés y confianza en las reglas que regirán las obras, y también las que regirán las tarifas.

No obtante, Gutiérrez criticó que los reiterados anuncios del Gobierno de intervenir las tarifas y las reglas de juego de la energía de la bolsa atentan contra la confianza inversionista. “¿Como puede alguien calcular si una inversión en un sitio cualquiera de la geografía nacional le resultará rentable, si no tiene como proyectar lo que recibirá por los kilowatios hora que produzca?”, anotó.

La idea de hoy ocurra un apagón es menos probable por la preparación que se tuvo con antelación, pero, evitarlo en un futuro está en tela de juicio. En estas coyunturas se debe trabajar como sociedad, y eso lo incluye a usted, señor lector, que puede contribuir con el ahorro de agua, así como prendiendo menos el ventilador o el aire acondicionado, por convicción, y así evitar que sea el fantasma del apagón el que un día aparezca y lo deje sin energía en su casa.

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