De manera oficial el Gobierno colombiano dejará de exportar carbón a Israel, así lo dejó establecido mediante el decreto 1047 del 14 de agosto de 2024, firmado por el presidente Gustavo Petro, el canciller Luis Gilberto Murillo y los ministros de Hacienda, Minas y Comercio.
La prohibición entrará en vigor cinco días después de su publicación en el diario oficial, lo que se espera ocurra el próximo 22 de agosto.
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El decreto especifica que la prohibición aplica a las exportaciones de Hullas térmicas (carbón) clasificadas bajo la subpartida arancelaria 2701.12.00.10.
Sin embargo, se establecen tres excepciones a esta medida. En primer lugar, las mercancías que ya cuenten con una solicitud de autorización de embarque presentada y aceptada por la DIAN o con un formulario de movimiento podrán ser exportadas, siempre y cuando esta autorización se haya obtenido antes de la entrada en vigor del decreto.
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En segundo lugar, las sociedades de comercialización internacional previamente autorizadas podrán realizar exportaciones si se ha expedido el certificado del proveedor antes de la publicación del decreto. Finalmente, la prohibición no afectará a los negocios jurídicos adelantados hasta la fecha que generen una situación jurídica consolidada o una expectativa legítima de comercio.
La decisión del Gobierno colombiano tiene un impacto significativo en el mercado energético israelí. Colombia es el mayor proveedor de carbón para Israel, con una participación de más del 50% en el mercado, según el American Journal of Transportation. En 2023, las ventas de este combustible fósil a la estatal Israel Electric Corporation representaron 447 millones de dólares, lo que subraya la importancia de esta relación comercial para ambos países.
La prohibición de exportar carbón a Israel se enmarca en la ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel, anunciada recientemente por el presidente Gustavo Petro, en respuesta a las tensiones generadas por la situación en el Medio Oriente.
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Esta medida representa un golpe a la industria carbonífera colombiana, que ahora deberá buscar nuevos mercados para compensar la pérdida de uno de sus principales compradores internacionales.
Aunque el decreto ya ha sido firmado, aún quedan preguntas sobre su implementación y el impacto económico que tendrá tanto para Colombia como para Israel.
Con información de agencias
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