Por su presunta responsabilidad en el desabastecimiento de medicamentos durante 2023, este jueves se conoció que la Procuraduría General de la Nación llevará a juicio disciplinario al actual ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
Según el ente de control, que formuló pliego de cargos contra el funcionario, Jaramillo habría omitido tomar las medidas necesarias para resolver la crisis, advertida desde 2022 por diferentes asociaciones médicas sobre el riesgo de desabastecimiento en que se encontraban al menos 2.351 medicamentos e insumos médicos, varios de ellos de primera necesidad.
El ministro, quien llegó al cargo desde marzo de 2023, solo hasta noviembre de ese año habría expedido la Resolución 1896, que dio vía libre a un plan de trabajo y un plan de acción con estrategias y actividades concretas para prevenir y superar el desabastecimiento.
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De acuerdo con la Sala Disciplinaria de Instrucción, el ministro solo adoptó determinaciones en cumplimiento de una orden que le impartió el Tribunal Administrativo de Cundinamarca el 30 de octubre de 2023 como respuesta a una acción popular interpuesta por la Procuraduría y varias agremiaciones médicas.
“El doctor Jaramillo Martínez solo planeó y ejecutó acciones concretas orientadas a prevenir y superar el desabastecimiento de medicamentos, mediando una orden de un tercero, cuando debió hacerlo por el simple cumplimiento diligente y eficiente de sus funciones”, se señala en el auto.
Por estos hechos, la Procuraduría le formuló cargos por la omisión de las funciones propias de su cartera, lo que habría impactado de manera negativa en el derecho fundamental a la salud y la prestación de ese servicio. La falta fue calificada provisionalmente como grave a título de culpa grave.
Al cierre de 2024, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) publicó la última actualización del listado de abastecimiento y desabastecimiento, correspondiente, el cual señaló que hay ocho fármacos que cerrarán el año en estado de escasez, cinco en riesgo de escasear y otros 181 en monitorización.
Los ocho desabastecidos son el Etomidato Emulsión inyectable 2mg/mL, que es un anestésico. Entre las causas de su escasez están la reformulación del producto y la relación comercial con el fabricante; la insulina Isofana y la insulina regular, que son productos que sirven como tratamiento de la diabetes. La insuficiencia de oferentes es la causa de su escasez, según el Invima.
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La Nevirapina suspensión oral 50 mg / 5 ml, que es un antirretroviral que sirve como tratamiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Como motivos de su desabastecimiento, el Invima señala que el producto está en reabastecimiento y que hay escasez de materia primas. La vacuna contra la rabia, que presenta insuficientes oferentes y una sobredemanda no esperada.
Así mismo, en la lista figura el Haloperidol, que es un medicamento psiquiátrico que se usa para tratar problemas conductuales severos como la conducta agresiva y explosiva o la hiperactividad en niños. Como causa de su escasez, la autoridad sanitaria señala la baja demanda, el impacto por el control de precios y los problemas técnicos en sitio de fabricación.
Finalmente, presenta desabastecimiento la Hidroxiurea, que es un fármaco que se utiliza para el tratamiento de ciertos tipos de leucemia mielógena crónica y cáncer de cabeza y cuello. La insuficiencia de oferentes, la sobredemanda no esperada y procesos logísticos de parte del fabricante son las razones de su escasez, según el Invima.
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