El presidente Gustavo Petro desató una fuerte controversia tras anunciar la instalación de un hospital de segundo nivel en El Plateado, Cauca, una zona afectada por la violencia de grupos armados ilegales. Sin embargo, opositores y ciudadanos denunciaron que en realidad se trata de un hospital de campaña con serias deficiencias.

Durante el fin de semana, el mandatario compartió en su cuenta de X una imagen del hospital acompañado del mensaje: “Instalamos un hospital de segundo nivel en el Plateado, Cauca. La paz es llevar los derechos del pueblo a los territorios excluidos del país”. Pero la publicación rápidamente generó dudas y críticas, ya que varios sectores señalaron que el centro de salud no cumple con las condiciones de un hospital de esa categoría.

Uno de los primeros pronunciamientos en contra vino de la representante a la Cámara Katherine Miranda, quien cuestionó al presidente por presentar “un par de carpas” como un logro gubernamental. “¿Este es uno de los 44 hospitales que prometieron?”, escribió en X, exigiendo claridad sobre el presupuesto de 2 billones de pesos anunciado para la construcción y adecuación de centros de salud. Por su parte, la senadora Paloma Valencia también arremetió contra el Gobierno, calificando el hospital como un ejemplo del sistema de salud al que aspira Petro. “Llamar hospital a unas carpas con el piso lleno de barro demuestra su visión del sistema sanitario”, expresó en redes sociales.

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Las críticas se intensificaron cuando circuló un video en el que se observa el hospital inundado tras una fuerte lluvia. Mientras que la oposición lo tomó como prueba del mal estado de la infraestructura, seguidores del Gobierno defendieron que las imágenes fueron captadas durante el proceso de instalación y que no reflejan la condición final del hospital.

¿Es realmente un hospital de segundo nivel?

Según la clasificación del sistema de salud colombiano, un hospital de segundo nivel debe ofrecer atención especializada en áreas como pediatría, cirugía general, medicina interna y ginecobstetricia, además de contar con urgencias y hospitalización.

No obstante, documentos oficiales contradicen el anuncio del presidente. Un veedor ciudadano compartió los contratos del hospital, en los que se especifica que se trata de un hospital de campaña con un costo de 561 millones de pesos. Además, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) había informado días antes sobre la instalación de esta estructura, refiriéndose a ella como un hospital de emergencia.

El debate continúa y ha puesto sobre la mesa la preocupación por la inversión en infraestructura hospitalaria en zonas vulnerables del país. Mientras el Gobierno defiende su iniciativa como un paso hacia la equidad en salud, la oposición insiste en que se trata de un engaño. La pregunta que queda en el aire es: ¿se trata de un avance real o de una estrategia para maquillar promesas incumplidas?

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