En una agitada jornada que incluyó demoras, fuertes calores y duros aguaceros los familiares de las víctimas de desaparición forzada en La Escombrera expresaron sus peticiones a las autoridades, aprovechando los bríos que a la incesante búsqueda dieron los hallazgos de varios restos óseos en la última semana.

En la emotiva jornada donde los familiares de las víctimas fueron las protagonistas, se hicieron tres peticiones a entidades como la JEP, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (Ubpd), el Instituto Nacional de Medicina Legal y la Defensoría del Pueblo para que se pueda dar con el paradero de las cerca de 500 víctimas que se presumen fueron enterradas en dicho espacio ubicado al occidente de la ciudad y que desde hace 22 años ha sido relacionado con la infamia.

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Una de las primeras solicitudes fue la inclusión de todas las víctimas de desaparición forzada en el proceso de reparación integral.

“Exigimos que se prioricen sus procesos de reparación integral de manera individual, sin trámites innecesarios o trabas que obstaculicen el reconocimiento y la respectiva reparación. Se necesita agilidad en estos procesos pues es inaceptable que las víctimas fallezcan esperando justicia, reencontrar a sus seres queridas y la reparación integral que tanto merecen”, comentó Luz Helena Ramírez, vocera de Mujeres Caminando por la Verdad.

Otra de las exigencias hechas por las víctimas es la celeridad en los protocolos de búsqueda de las personas dadas por desaparecidas. A raíz de esta petición, se trajo el caso de Arles Edisson Guzmán Medina, desaparecido el 30 de noviembre de 2002.

Según comentó la vocera María Victoria Fallon, desde el 28 de febrero de 2003 la esposa de Guzmán le entregó al CTI de la Fiscalía un croquis hecho a mano por un informante paramilitar. En la hoja de papel se señalaba donde había sido arrojado el cuerpo de Arles. Sin embargo, ocho meses después otro técnico del CTI dejó la búsqueda quieta toda vez que en su informe señaló que el sitio estaba “lleno de escombros”.

La cuestión es que el sitio donde fueron hallados los restos el pasado 18 de diciembre coincide en gran medida con el punto señalado por el paramilitar.

“Ese posible lugar señalado por el ‘para’ es en el que nos encontramos justamente hoy, 21 años y cientos toneladas de escombros después. En el año 2021 constatamos que las coordenadas dadas en 2003 coincidían con el polígono priorizado”, detalló Fallon entre sollozos que remarcaban tanto tiempo perdido.

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“Los mecanismos de búsqueda urgente deben ser verdaderamente urgentes. Cada día de espera es un día más de angustia y un sufrimiento que se multiplica. No podemos permitir que la burocracia, las alianzas políticas, económicas, o sociales sigan enterrando la esperanza de encontrar a los desparecidos junto a la justicia. Cada obstáculo que encontramos es un golpe más contra quienes buscamos verdad, justicia y reparación integral”, comentó en el mismo sentido Ramírez

Otra petición hecha por las víctimas es la creación de un macrocaso por parte de la JEP para brindar justicia y reparación a las cerca de 124.000 víctimas que deja el conflicto armado en el país.

Una última exigencia hecha por las madres es que se dicten medidas cautelares en cerca de 70 hectáreas de La Escombrera –que también han sido georeferenciados anteriormente y que han tenido reportes anteriores de posible presencia de víctimas– para que también se suspendan las operaciones en ellas de manera indefinida y que se amplíe el área de búsqueda delimitada que actualmente hoy comprende 6.912 metros cuadrados.

Para las víctimas –que elevaron su petición a los gobiernos nacional y departamental así como a la JEP– la continuación de las labores allí simboliza la perpetuación del sufrimiento, la incertidumbre, y la espera a la que han sido sometidas. Por eso piden que La Escombrera sea reconocida como un lugar de memoria que se convierta en un contrapeso a lo que actualmente es la Comuna 13.

Los desaparecidos de La Escombrera en Medellín

“Para que esta, ante la mercantilización de la memoria, la comercialización de la cultura violenta y armada, sea un recordatorio de la importancia y exigencia de las garantías de no repetición”, detalló Marta Soto, vocera del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Antioquia.

Y es que si hay alguien que conoce en qué puntos podría haber más víctimas son las madres y los familiares de los desaparecidos de La Escombrera, los cuales desde hace años han debido buscar en muchos casos por cuenta propia a los verdugos para que estos, luego de varias insistencias, comenten en qué puntos enterraron a las víctimas de La Escombrera pese a que –según denuncian– en ese mismo tiempo se desestimaron sus pesquisas.

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“Fuimos las víctimas, entre la incertidumbre y la paciencia, quienes logramos definir el polígono y la intervención. Los hallazgos, los testimonios y las evidencias visibilizan la responsabilidad del Estado en estos hechos victimizantes mientras que la negligencia y el negacionismo institucional se perfilan como una práctica violenta revictimizante. Porque nos dijeron que estábamos locas, pero hoy y más que nunca se constata que aquella ‘locura’ se antepuso a administraciones, instituciones y funcionarios. Sin embargo, incluso hoy estos lo niegan entre expresiones y calificativos que ponen en riesgo a las personas buscadoras”, expresó Soto.

La versión voluntaria 19 agentes del Estado por caso La Escombrera

Ante las peticiones de las madres, el presidente de la JEP, el magistrado Alejandro Ramelli, comentó en el mismo espacio que parte del compromiso de las entidades en la búsqueda de justicia frente al tema de desaparición forzada está siendo determinado en el macrocaso N° 08 en el que, según Ramelli, ya han sido llamados a versión voluntaria 19 agentes del Estado entre los que están incluidos los generales del Ejército y la Policía Mario Montoya y Leonardo Gallego respectivamente.

Los dos altos oficiales fueron los que dirigieron la operación Orión tras la que se presentaron varios casos de desaparición forzada en La Escombrera. Ramelli también detalló que próximamente se llamarán a otros 10 comparecientes quienes brindarán más detalles de estos casos.

Así mismo, Ramelli comentó que para que el tribunal estudie las demás peticiones de las familias de las víctimas estas deberán presentar sus exigencias formalmente ante la JEP para que esta las estudie con detenimiento.

Ramelli aprovechó también para responder a las graves acusaciones que desde orillas políticas enemigas a la JEP le han lanzado al tribunal.

“La JEP no tiene ninguna motivación ni ideológica ni política. Por eso no hay víctimas ni de segunda ni de tercera categoría. Para nosotros todas las víctimas son iguales. Y por eso mismo la JEP no ha hablado de temporalidad ni de autores en los hallazgos de La Escombrera, porque eso lo determinarán las pesquisas forenses y desde lo judicial quienes son los responsables. Ahora, lo que no es aceptable es decir que los hallazgos hechos el pasado 18 de diciembre ‘no son muchos’. Eso es revictimizante. Pero así se quieran minimizar los hallazgos, estos son una derrota aplastante del negacionismo porque son escenas de delitos que sí sucedieron. La verdad va a seguir siendo desenterrada”, dijo. 

En el sitio las diferentes instituciones que hacen parte de la búsqueda de las víctimas y/o que la apoyan –como la Upbd, Medicina Legal, la Alcaldía de Medellín, la Defensoría del Pueblo, entre otras– comentaron sus aportes a la búsqueda y refrendaron su compromiso con las madres y familias buscadoras.

Las madres y los familiares al final lanzaron otra petición pero esta vez dirigida a la población civil que parece seguir indiferente a la trascendencia del hallazgo hecho la semana pasada.

“Si queremos construir una paz verdadera, nuestra verdad como víctimas debe ser escuchada, documentada y transformada en acciones concretas. Por eso le hablo a la sociedad, pues la indiferencia de muchos es un peso que no deberíamos cargar. Cada mirada o gesto de silencio, perpetúa a cientos de familias. La indiferencia no es neutralidad, es abandono. Por eso les pido por favor que no sean aliados del olvido. Que imaginen lo que es buscar en la oscuridad a sus seres queridos. Por favor sientan con nosotros el peso de la tragedia, pero también el peso de la esperanza. Pues seguiremos buscando, porque mientras haya amor, habrá memoria y si hay memoria habrá justicia”, dijo Ramírez.

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