Presidente Petro, le escribo esta carta desde la distancia. Me presento, soy Adriana Marcela Pérez Rodríguez, cucuteña y le escribo como defensora de la justicia social y como académica feminista en la disciplina de las ciencias políticas. Le escribo también con dificultad pues me cuesta articular palabras luego de un semestre de denunciar y llorar el genocidio del pueblo palestino por parte del estado de Israel. Sin embargo, es nuestro deber ético mantener la palabra firme a pesar del peso del agobio.
Presidente, usted fue uno de los primeros líderes a nivel mundial en denunciar el genocidio que está sufriendo Palestina y exigiendo un alto al fuego por parte de Israel, de lo contrario rompería las relaciones diplomáticas con dicho estado. Luego de más de 31.000 personas asesinadas, de una incontable cantidad de cuerpos enterrados bajo toneladas de escombros, de la destrucción del sistema educativo, los lugares de memoria y conocimiento, del desmantelamiento del sistema sanitario y la producción de una muerte lenta por hambruna, muchas personas nos preguntamos ¿qué pasó con la firmeza de esa promesa que usted elevó?
Entiendo que las decisiones diplomáticas no se toman en un arrebato. Puedo imaginarlo haciendo cálculos sobre las implicaciones que tal ruptura podría generar a nivel nacional como en las relaciones con otros estados aliados de Colombia. Sin embargo, presidente, usted no estará solo, ya hay otros estados a nivel latinoamericano que han roto las relaciones con Israel, lo que permite explorar caminos para alianzas regionales que maximicen el rechazo y minimicen los impactos. Bolivia y Belice ya tomaron la iniciativa; Chile, Brasil y Honduras han optado por caminos similares al suyo.
Tenga en cuenta los cambios de opinión en la institucionalidad internacional desde que usted se pronunció casi de forma solitaria en octubre del año pasado. A hoy, 12 de abril del 2024, el rechazo a la sistematicidad del exterminio y el creciente consenso en torno a un cese al fuego es un cambio resaltable. Tanto así que el gobierno de Estado Unidos, el principal aliado de Israel, se ha visto obligado a ajustar el discurso y tono de sus pronunciamientos por las presiones de su electorado.
Presidente Petro, usted tiene al frente una decisión compleja. Pero usted ya no está solo, el escenario global ha reconocido el peso de sus palabras. El llamado de muchos y muchas, incluyéndome, es que ahora vincule a Colombia en ese escenario de trascendencia de la justicia social, la autonomía de los pueblos y la vida digna. Su ejemplo será recordado y reconocido.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .
