En los últimos años muchos países han experimentado una considerable baja en las tasas de natalidad, fenómeno que afecta especialmente a naciones desarrolladas y en vías de desarrollo.
Entre los factores que inciden en la baja natalidad está el aumento de la participación de la mujer en el mercado laboral y en la educación superior, pues a medida que priorizan su carrera y desarrollo personal posponen la maternidad o no tienen hijos.
La disponibilidad y eficacia de los métodos anticonceptivos y los avances médicos han permitido a las personas tener un mayor control sobre el tamaño de su familia. La sociedad ha evolucionado en cuanto a las prioridades individuales y colectivas. Muchas personas hoy en día priorizan la realización personal, el ocio y las experiencias, en lugar de centrarse en la creación de una familia.
La incertidumbre en el mercado laboral, el aumento del empleo precario y la dificultad de adquirir una vivienda son los factores que llevan a muchos jóvenes a posponer o renunciar a la paternidad. Los altos niveles de desempleo y la falta de seguridad en el ámbito laboral, hacen que las parejas duden en asumir la responsabilidad financiera que conlleva tener hijos.
Y entre las consecuencias más directas de la baja natalidad está el envejecimiento de la población que genera una presión sobre el sistema de seguridad social y salud, ya que habrá menos personas jóvenes para sostener a una creciente población de jubilados.
La disminución de población joven puede llevar a una escasez de trabajadores en el futuro, lo que afectará duramente la productividad y el crecimiento económico, que dependen de una gran cantidad de trabajadores, como la manufactura y el cuidado de personas mayores podrían verse afectadas por la falta de personal calificado.
Luego de comparar las causas y consecuencias de la baja natalidad, podemos analizar cómo le podría ir a Colombia. De acuerdo a los informes del DANE La población actual de Colombia es de 51.609.000 habitantes, ocupando el lugar 29 entre 146 naciones. Se calcula que en 2050 haya siete millones menos, con base en la baja de la natalidad.
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