Amables Lectores: Entre mis recuerdos agradables y con gran sentido del humor, de la época de estudiante universitario, en la ciudad de Bogotá, viene a mi memoria la acción emprendida por un compañero, quien ante la demora de recibir el giro mensual, necesario para su sostenimiento que le enviaba desde Cúcuta su padre, optó por enviarle un telegrama, muy corto pero muy expresivo, mostrando su necesidad y angustia: “Cómo como papá”.

Similar manifestación pero sin humor será la que expresaremos todos los Nortesantandereanos, si el presidente logra llevar a cabo su diabólico plan minero-energético de acabar con la extracción y comercialización del carbón y por ende eliminar los procesos de coquización.

Como la mayoría de las ideas del presidente Petro, esta no tiene ningún análisis previo sobre las consecuencias desastrosas, que la misma originaría para la economía y el empleo en el departamento. En Norte de Santander en extracción y coquización se generan 10.000 empleos directos y 30.000 empleos indirectos. Produce 78.000 millones de pesos en impuestos para las arcas del departamento, que se utilizan para atender las múltiples necesidades en salud, en educación, vías y gastos administrativos que se generan mensualmente.

Es lamentable que se mienta con descaro asegurando que estos ingresos se compensarán con turismo, donde no existen vías adecuadas ni seguridad, para motivar al visitante a consumir mientras conoce el departamento. Otros dirán que el comercio volverá a ser la redención de la ciudad. Me permito recordarles a esos ilusos que las vacas gordas de esa actividad, cuando el Venezolano manifestaba en los locales comerciales: “Está barato, me llevo dos”, ya pasaron. Hoy nuestros vecinos están empobrecidos y no tienen capacidad de pago.

El gran riesgo de disminuir o suspender la actividad de la minería de carbón, es que esa mano de obra cesante que se genere, se dedicará a la siembra de coca y a la comercialización de la misma a través de microtráfico con las nefastas consecuencias del aumento del consumo por parte de nuestra gente, generando masacres y todo tipo de inseguridad. Soy un convencido de quien inicia con esta actividad, difícilmente la dejará por su rentabilidad está de lejos por encima de cualquier otra actividad lícita y si se presentan como en la actualidad, periodos de crisis, esto se compensa bajando la calidad y salen al mercado productos como el bazuco y mezclas con fentanilo y aprovechando su organización delictiva ya montada para el mercadeo.

Si de Norte de Santander, expongo este muy oscuro futuro, del mismo color negro del carbón, pero sin el mineral, lo mismo sucederá en el departamento de la Guajira, donde la emergencia dictada para ese departamento prohibirá la expansión de minas de carbón quedando en juego, como lo dijo el presidente que habló con su homólogo Suizo para la salida del Cerrejón del país. Ante un eventual retiro como lo propuso el presidente Petro, se perderán con cifras del 2022, 8.9 billones de pesos en impuestos y unos 600.000 millones de inversión social. El 60% de los empleados de esta firma son oriundos del departamento y emplea entre directos e indirectos 12.000 personas.

Dejo para el análisis de mis lectores el difícil futuro económico y el gran desempleo que se originará en estos dos departamentos.

Los invito a gritar juntos: “Cómo, como, presidente Petro”.