Colombia como uno de los países con mayor riqueza en diversidad biológica tendrá el privilegio, a partir del 21 de octubre, de realizar el encuentro mundial de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16).

Un evento que reunirá a 196 países que convergen al Valle del Cauca para lograr en consenso la ejecución de las estrategias que fueron definidas en la anterior reunión celebrada en Canadá hace dos años. El contexto general del encuentro es tomar como punto de partida la implementación del Marco Mundial Kunming-Montreal y cuya meta es detener la pérdida de los recursos de la biodiversidad para el año 2030.

Conscientes de la urgencia de ejecutar los planes, cada país deberá soportarlos, explicar las estrategias que aplicarán al mismo tiempo que aunarán esfuerzos para consolidarlas a nivel global. Nuestra nación con su maravilloso entorno natural, donde ostentamos el honroso tercer puesto después de Brasil e Indonesia y el primero en especies de aves se convierte en la mira mundial sobre el cuidado del ambiente.

Los colombianos reconocemos nuestra riqueza en flora y fauna, en la abundancia de recursos naturales como en la producción de agua con uno de los páramos más grandes del mundo como es el páramo de Sumapaz con más de 330 000 hectáreas y añoramos que las conclusiones, los acuerdos que se definan en Cali sean ratificados por todos los países en esta cruzada que todos los humanos debemos realizar para salvar el planeta. En total nuestro país cuenta con el 52% de los páramos del mundo, y según los datos del año 2022 se estima que pueden existir entre 200.000 y 900.000 especies.

Esta riqueza natural implica que las políticas estatales deben enfocarse siempre en su conservación, en su protección y que nosotros los ciudadanos del común también debemos asumir conductas amigables con el ambiente, cuidándolo, respetándolo y brindándole protección. Esa titánica tarea muchos de nuestros campesinos y etnias indígenas cumplen. Infortunadamente los lideres ambientales reciben el disparo certero de los terratenientes, de los actores ilícitos de explotación minera, del narcotráfico que deforestan indiscriminadamente las selvas, contaminan nuestros ríos con mercurio para extracción de minerales preciosos y muchas otras acciones que dichos veedores del ambiente, aún a costa de su propia vida, se atreven a denunciar. 

Los datos son escalofriantes “ Colombia fue el país con más asesinatos de defensores y defensoras ambientales y de la tierra en 2023: 79 líderes fueron asesinados en el país el año pasado, el 40 % de los casos a nivel global. El dato es de la organización Global Witness, que reporta anualmente los crímenes contra líderes ambientales en el mundo. Desde 2012, cuando comenzó el reporte, en Colombia han sido asesinadas 461 personas, más que en cualquier otro país del mundo.

Los asesinatos de líderes ambientales en Colombia vienen en aumento en los últimos tres años: 33 asesinatos en 2021, 60 en 2022 y 79 en 2023.”1

1-https://mutante.org/contenidos/colombia-es-el-pais-con-mas-lideres-ambientales-asesinados-del-mundo

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