A pocos meses de las elecciones regionales y locales, es menester evaluar a quienes ya elegimos para diferentes cargos y determinar si se han cumplido los objetivos o no. Esto, con el ánimo de alejar nuestras perspectivas electorales lo más posible de aquellos personajes relacionados con los electos que nos incumplieron, de no alinearnos políticamente con quienes mintieron en el pasado.
Últimamente, al cuerpo legislativo que representa a Norte de Santander sólo se le han visto críticas, saludos de apoyo a la selección Colombia y mensajes de solidaridad o de felicitación, pero nada relacionado con una buena noticia para el departamento o un triunfo que nos permita aliviar la situación económica y social que se vive en los 40 municipios.
Algunos representantes están más enfocados en sacar a su partido de líos mediáticos y manejar las crisis que viven los procesos políticos de sus colectividades, que en sacar adelante iniciativas que promuevan el desarrollo en el departamento. De los senadores no hay mucho qué contar, pareciera que siguen en campaña, prometiendo y diagnosticando el departamento, pero de soluciones, nada.
Ninguno de nuestros representantes en el Congreso ha liderado proyectos de impacto como la reactivación de la zona franca o la reducción focalizada de impuestos. Únicamente se han visto beneficiados por el reflejo del brillo de algunas políticas de Iván Duque, o por recursos proyectados a través del Plan Plurianual de Inversiones.
En lo que lleva la legislatura, sólo se han dedicado a criticar al Presidente por no haberle cumplido a su bastión electoral y no haber mostrado la suficiente preocupación por los más de 480.000 ciudadanos en Norte de Santander que depositaron su confianza en el primer mandatario.
Todas las apariciones de los honorables en medios y redes sociales no son más que cortinas de humo para tapar su bajo desempeño legislativo, ya que, en vez de estar liderando sus UTL y proponiendo ideas de impacto para Norte de Santander, pasan una gran parte de su tiempo en Cúcuta en eventos sociales y configurando el mapa político del departamento: Indicando a los líderes y coordinadores a quiénes deben apoyar en las próximas elecciones.
Nuestro cuerpo legislativo señaló al Fonamec (Fondo para el desarrollo integral y reactivación económica del área metropolitana de Cúcuta) como la gran solución para los problemas de Cúcuta. Sin embargo, MinHacienda hundió la iniciativa, quizás porque la mayoría de aspectos planteados para el Fonamec ya estaban incluidos dentro del Plan de medidas para la frontera de Duque, o en el PND. Nuevamente, cero resultados por parte del legislativo de nuestro departamento.
Yo estoy segura de que los 80.000 votantes del senador mayoritario en Norte de Santander no lo eligieron para que celebrara la circulación de vehículos venezolanos a nivel nacional, o para que fuera el megáfono de la crítica en el Congreso. Para críticos estamos los columnistas, los veedores ciudadanos y los activistas. A ellos, como integrantes del cuerpo legislativo les corresponde legislar, promover y hacer aprobar iniciativas legislativas que le den base y futuro a los emprendimientos en la región, o que alivien los compromisos financieros de los residentes de los 40 municipios del departamento.
A ellos les exigimos estrategias para propender por la paz y la estabilidad del orden público en el Catatumbo, les pedimos una intervención por los productores agrícolas del departamento, un accionar para mejorar la infraestructura educativa urbana y rural, pero nada de esto está ocurriendo.
Ad portas de terminarse la primera legislatura del Congreso, los nortesantandereanos seguimos esperando una representación de calidad, y nos preocupa que mientras la deuda de las EPS con los hospitales en Norte de Santander alcanza el billón de pesos (sólo al Erasmo Meoz se le adeudan $330.000 millones), a los senadores y representantes no se les ha ocurrido ninguna estrategia para reducir dicha deuda, a pesar de que esta fue una de las promesas de campaña más repetida por nuestros representantes.
Los senadores y representantes le ponen la lupa al accionar del Ejecutivo y alzan la voz con fuerza para decir que no se está haciendo nada por la región, pero no se dan cuenta que ellos también están aportando a esa inactividad y que la desidia con el futuro del Norte empieza por su propia falta de gestión.
