Cuando Ernesto Samper regresó al poder de la mano de Gustavo Petro, surge la amenaza de un nuevo escándalo, repotenciado, de dineros “oscuros” ingresados a una campaña presidencial. La fundación del narcoestado que quiso montar Samper como presidente resurge en el gobierno del "cambio".
Todo empezó como un tema de abuso de autoridad de la secretaria privada del presidente Petro, Laura Sarabia, con su personal de servicio doméstico (no sirvienta), Marelbys Meza, que se está convirtiendo poco a poco en un nuevo escándalo de financiación “oscura” de una campaña presidencial.
El ventilador del 8000 fue Santiago Medina y parece que el de este nuevo proceso será el exsenador y exembajador Armando Benedetti, conocido de autos, de autos de acusación en la Corte Suprema de Justicia, misma que no abrió proceso al hoy presidente Petro por recibir bolsas de dinero de un contratista cuando era alcalde de Bogotá. Lo que ha salido en audios es en resumen que la campaña Petro presidente fue financiada con narcodineros del caribe. Esa “vuelta” se la atribuye Benedetti y dice que Petro lo sabía, que no fue a sus espaldas y que él ya había “hablado” con el Departamento de Estado de Estados Unidos y la DEA, mostrando el alcance del asunto.
¿Porqué surgió el problema? Benedetti se considera esencial en el triunfo de Petro y por tanto con derecho a recoger su parte del botín. Petro en su personalidad diletante, radical y amoral, es un megalómano que se considera único y por tanto “sin jefe” y “sin control”, dispuesto a respetar los acuerdos sólo hasta donde él quiera. Es un autista político. Laura Sarabia se volvió la sombra de Petro y para lograrlo debía ser una persona totalmente leal, no a unos principios sino a una persona, y dispuesta a recoger la “basura” que su jefe fuera dejando. Cuando Benedetti empieza a exigir el pago de su “esfuerzo” encuentra de su expupila y su jefe solo respuestas evasivas y tratamiento de tercera, que para alguien tan capaz de sobrepasar el código penal como Benedetti, es inaceptable. Sarabia se mantiene incólume a las ordenes de su presidente. Benedetti impulsa entonces a la señora Marelbys a denunciar el abuso de Sarabia y abrir la caja de Pandora.
Gustavo Petro que ante los problemas solo escoge el camino de la confrontación y la radicalización, apoyado en esa retorica tergiversada (ignorancia provocadora, la llama el filósofo español Fernando Savater), llama al “pueblo” a la calle a apoyar el “cambio”, con un resultado insignificante a pesar del soporte gubernamental a la misma. Mostrando un comportamiento que niega la realidad se aferra a su misma palabrería “mágica” e hiperbólica, lo que nos plantea el peligro de un presidente con síntomas esquizoides. Encarnando al “pueblo” buscara seguir su tarea de estatizar al país y convertirlo en un narcoestado, sin importarle la gravedad de lo sucedido. El 8000 llegó de manos de un presidente indigno, pero este 8000 repotenciado nos llega con un presidente radical y asusente de la realidad, escenario inédito y brutal.
El ventilador Benedetti salió a una “cita” pactada previamente en Europa Occidental, Italia dice Blu Radio, tomando un vuelo a Estambul, Turquía, que es como tomar un vuelo a Miami vía Tierra del Fuego. ¿Amenazado de muerte como dice estar, en quien buscar protección sabiendo que en la Colombia actual eso es imposible? ¿Con los gringos, sin poder viajar a Estados Unidos? Hay dos opciones, las amenazas de muerte son una excusa para evadir la justicia colombiana y quedar en zona antigringa como la Turquía de Erdogan, amiga de Rusia y China, todo orquestado por el gobierno Petro. Allí el riesgo de eliminarlo no desaparece, aumenta; sigue dependiendo de Petro. O triangula con los gringos, después de todo Estambul está a algo más de una hora de vuelo a Tel Aviv, Israel.
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