Entre las noticias internacionales de esta semana se destaca el anuncio de la separación de Jeffrey  Bezos y su esposa MacKenzie, luego de 25 años de convivencia. La razón del divorcio de esta adinerada pareja se debe al romance de Jeff con la actriz, presentadora, empresaria y piloto de aviones y helicópteros, Lauren Wendy Sánchez. Jeff y Lauren integrarán una pareja de separados, ya que ella también acaba de divorciarse. 

Esta nueva unión será recordada por la fortuna sacrificada por parte del novio, pues es muy posible que Bezos, fundador, presidente y director ejecutivo de Amazon, la empresa más  valiosa del mundo, ceda el cincuenta por ciento de los 137.000 millones de dólares de su patrimonio, por no haber firmado un convenio prenupcial con MacKenzie, de acuerdo a la legislación del Estado en que contrajeron nupcias.  

Esta división de bienes convertirá MacKenzie en la mujer más rica del mundo. Muy posiblemente Jeff recordará que el día de su matrimonio, hace 25 años todo era arroz, mientras ahora casi todo es paella. 

Pero lo que llama la atención del mayor acuerdo de divorcio hasta ahora registrado, por el enorme capital en juego, es el acuerdo mutuo a que llegaron Jeff y MacKenzie “Hemos decidido separarnos y continuar como amigos”. Aquí tiene aplicación aquello de que la pobreza los une y la plata los separa.

Posiblemente Bezos nunca imaginó que sus besos le fuerana a salir tan caros y mucho menos que, a la hora de romperse los amores valen más los diamantes que las flores.