Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) el país más rico del mundo es Qatar con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de 129.112 dólares. 

Entre los 20 primeros países en representación de América solo aparecen Estados Unidos en el puesto noveno y Canadá en el 20. Los colombianos estamos ubicados en puesto 82 con un PIB por persona de 14.600 dólares.   

Sin embargo, Colombia es un país privilegiado por sus riquezas naturales, variedad y belleza de su geografía y por la diversidad de sus ecosistemas: dos océanos con 2.900 kilómetros de costas y una serie de islas hermosas; tres cordilleras con nevados, volcanes, altiplanos, sabanas y valles; clima tropical y variedad de climas; tierras desde la orilla del mar hasta altas montañas con variedad de pisos térmicos, desde cálido hasta muy fríos. Por estar en el cruce de caminos entre Norte y Sur América es el lugar de reunión de especies. A nivel mundial está entre las 12 naciones más megadiversas en el planeta.

Como fruto de su rica biodiversidad cuenta con gran variedad de especies de plantas y animales. Es el país más rico en especies de palmas (270) y tiene más de 3.000 especies de plantas. 

Tiene el mayor número de especies de mariposas diurnas (3.500), el mayor número de especies de vertebrados terrestres (2.890) y de especies de peces de agua dulce.

Pero al conocerse las cifras reveladas por el Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, en la contratación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en todo el país, pero en especial en los departamentos de Bolívar, Magdalena y La Guajira, no queda duda de que vivimos en un país rico. 

Tal vez en su afán por darle lo mejor a los niños de las escuelas se compraron pechugas de pollo a $40.000 y huevos a $900, como si los hubiera puesto la gallinita de los huevos de oro. 

Además, se compraron 2.800 kilos de canela en $39 millones ($13.928 kilo) y 2’600.000 panes a $400 cada uno. Aquí probablemente se aplicó aquello de que solo con la intención basta, pues la canela nunca llegó a las escuelas y cerca de un millón de panes tampoco. 

Para tratar de compensar, probablemente, el pan que llegó iba con piedras y algunos de los alimentos con hongos.

Para que no quede duda de que vivimos en medio de la riqueza basta recordar que cada voto de la consulta popular del pasado domingo 19 costó $54.000. ¿Qué país pobre se puede dar este lujo?