Entre las cosas seguras que tendremos en el gobierno del presidente electo, quien comienza su mandato en menos de un mes, es que habrá más impuestos. Con la anunciada reforma tributaria pretende recaudar una suma alta de dinero que ronda según se ha dicho los cincuenta billones de pesos y no hay otra vía distinta al tributo que se ajustará en varios frentes con tal de reunir esa cifra.

Los funcionarios que ya fueron mencionados para ocupar cargos en la nueva administración, antes de llegar a ejercer sus cargos se han adelantado para hacer anuncios y entre ellos están los nuevos impuestos. El ministro de hacienda José Antonio Ocampo ha sido evasivo para precisar las cifras impositivas que se avecinan en lo que tiene que ver con el patrimonio, la renta y las pensiones que, serán modificados para incluir un mayor número de personas en el listado de contribuyentes. Hay que revisar las cifras, ha dicho el nuevo ministro, pero habrá tiempo para discutir y cuadrarlas.

También la señora Patricia Ariza quien será ministra de la cultura ha propuesto financiar sus programas y proyectos con la ampliación del impuesto a los planes de la telefonía celular, el cual sería del 4% para aquellos que sobrepasen los 38.000 pesos mensuales, es decir la mayoría de los usuarios de este servicio de comunicaciones. La doctora Carolina Corcho, nueva ministra de salud, tiene entre sus objetivos además de acabar con las EPS, tratar de imponer un nuevo gravamen a las bebidas azucaradas, tales como gaseosas, refrescos, jugos y demás; lo cual trae consigo el aumento del precio de estos alimentos.

La reforma agraria es el programa bandera de la nueva ministra de agricultura Cecilia López y según ella, pero ya lo había dicho también Gustavo Petro cuando era candidato, los propietarios en el campo no pagan lo suficiente. Así que, se les incrementarán los impuestos de tal manera que deberán producir más para poder pagarlos; de otra manera tendrían que vender las tierras al Estado para su distribución. Habrá que saber a qué precio se pagarían.

El nuevo director de la DIAN ha expresado que los evasores tendrán castigos más fuertes, que en casos de gran escala podría repercutir en penas de cárcel. Él es Luis Carlos Reyes, quien también tiene la intención de suprimir los beneficios tributarios de los cuales gozan en la actualidad algunas empresas entre las cuales se incluyen la del sector hotelero y zonas francas. Entre tanto el pago del 4 por mil en las operaciones bancarias no será suprimido, seguirá campante y los usuarios de los servicios de estas instituciones financieras quienes los paguen.

En resumen, hay que alistar platica porque se vienen nuevas obligaciones que nos ponen de cara a una realidad que olvidamos, el Estado lo financian los ciudadanos, los contribuyentes, los funcionarios son los que administran los capitales que a través de los impuestos les entregamos y que hasta ahora han sido despilfarrados o han pasado al bolsillo de los corruptos. Como no lo dijeron en campaña, se están adelantando a divulgarlo para que cuando se venga esa serie de nuevas obligaciones tributarias no estemos sorprendidos.

La franja de los que están en la llamada clase media y los que con su trabajo y esfuerzo estaban pretendiendo llegar a ese estatus serán los más afectados con las medidas que se avecinan. No son amenazas, pronto esos cobros se harán realidad y el gobierno tendrá más ingresos para gastar, ojala en los proyectos sociales que han prometido.

jorgepabonl@yahoo.com