A pesar de contar con el voto anticipado en la mayoría de los estados, el gran día de las elecciones para los norteamericanos será el próximo martes. Se trata de unas elecciones cruciales, en medio de extrema polarización entre republicanos y demócratas, representados respectivamente por Donald Trump y Kamala Harris. De ganar esta última, sería la primera vez que una mujer llega a la más alta magistratura en 248 años de historia.
El resultado trasciende las fronteras, dado el rol de Estados Unidos en la geopolítica global, puesto que se consolidó como superpotencia al salir victorioso en las dos guerras mundiales. Colapsada la Unión Soviética en 1990, su carácter hegemónico se hizo evidente, porque controla las Naciones Unidas y la OTAN, respectivamente las más grandes organizaciones del planeta en política multilateral y alianza militar, así como poderosísimas entidades financieras, verbigracia, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Con el Producto Interno Bruto nominal más alto del mundo, representa el 15% de la economía global y, de lejos, la supremacía militar nuclear.
Para comprender las marcadas diferencias entre Trump y Harris, recordemos los cinco temas que han caracterizado la campaña:
En materia económica, Trump, que redujo en su gestión los impuestos a los ricos, promete hacerlo aún más, así como incrementar los aranceles a todas las importaciones, y convertir a los Estados Unidos en centro del bitcoin, al paso que Harris ha enfocado su programa económico en defensa de la clase media, anunciando impuestos mayores para las grandes fortunas.
Frente a la crisis migratoria en la frontera con Méjico, representada por los latinos, Trump ha usado un discurso xenófobo y deshumanizante, usando términos como ‘hordas’ ‘criminales’ y hasta ‘terroristas’, mientras que Harris ha querido diferenciar situaciones para protegerlos, advirtiendo que aplicará una política dura frente a quienes ingresen ilegalmente.
El derecho al aborto, que las mujeres tenían desde 1973, fue revertido por la Corte Suprema en 2022, dados los nombramientos ultraconservadores que hizo Trump durante su presidencia. Harris, quien lo responsabiliza, ha convertido el tema en punto de honor, lo que podría significarle amplio apoyo femenino.
Sobre las guerras en Ucrania y Medio Oriente, Trump responsabiliza a Biden y Harris; aunque no dice cómo, afirma que las resolverá en poco tiempo. Por su parte, Kamala promete estar con Ucrania por rechazo al ‘dictador’ Putin, y no como Trump que lo considera ‘amigo’. Frente a Israel, ambos sostienen su derecho a defenderse, aunque Harris resalta reiteradamente el sufrimiento palestino.
Finalmente, en el tema ambiental las visiones son radicalmente opuestas. Trump, escéptico del cambio climático, promete sacar a Estados Unidos del nuevo Acuerdo de París, y eliminar las subvenciones a las energías renovables y los autos eléctricos, por estimar que perjudican a las empresas. Harris, en cambio, apoya el plan nacional de transición energética, y la reducción drástica de emisiones de gases efecto invernadero.
El presidente, sabemos, no es elegido por voto popular directo, sino por el Colegio Electoral, compuesto por 538 delegados de los 50 estados y el distrito de Columbia (Washington DC). Salvo Nebraska y Maine, en donde las reglas se basan en distritos, en cada estado el candidato que obtenga la mayoría simple se lleva todos los delegados, sin que opere la proporcionalidad.
Las encuestas muestran empate técnico, e indican que todo se resolverá en los siete estados en donde las diferencias parecen mínimas: Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia.
En cuatro ocasiones, el presidente ha tenido menos votos que su contrincante en el contexto nacional: 1876, 1888, 2000 y 2016. Efectivamente, Al Gore tuvo más votos que George W. Bush en 2000, y Hillary Clinton derrotó a Trump nacionalmente en 2016.
La probabilidad de un empate, 269 delegados por candidato, es remota (una entre 300), lo que llevaría a la Cámara de Representantes a decidir sobre el presidente, y al Senado sobre el vicepresidente.
Por la democracia global y por todo el planeta, esperamos que el martes por la noche se conozca al ganador, y que sea Kamala Harris.
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