Se oyen crecientes voces de federalización a medida que el gobierno del "cambio" agiganta el estado  central y busca imponer su "agenda narco-socialista". Una reunión de gobernadores propuso crear los Estados Unidos de Colombia, un nuevo minipartido de esos que todo el día crea el Consejo de Estado habla de lo mismo, no se sabe si como una forma de distinguirse de los demás y resurge el grito de Antioquia Federal ante la desastrosa alcaldía del santista Daniel Quintero. El tema de la descentralización es muy importante para dejárselo solo a los políticos de profesión.

 Un estado centralizado es el mejor formato de estado para imponer el modelo estatal colectivista y de  economía planificada, que se viene cocinando desde la Constitución de 1991 vía jurisprudencia de derechos y que hoy nos tiene con un gobierno populista de izquierda, administrativamente inepto y como dijo Fernando Savater "provocativamente ignorante", con una visión "política" del narco y displicente con el desarrollo.

Por eso el otro eje de la Constitución de 1991, la descentralización,  nunca se desarrolló y cada gobierno desde 1991 ha venido recentralizando más el estado, siendo el campeón Santos hasta la llegada de Petro.

La descentralización también debe reconocer que siendo Colombia un país regional, hay regiones y subregiones más afines con sus contraparte de otros estados gracias a la herencia que nos dejó la Colonia española, famosa por su torpeza. Por ejemplo, la Guajira y la Orinoquía son en realidad regiones colombo-venezolanas y el Amazonas es una subregión continental que divide las partes septentrional y meridional de Suramérica, atomizada en muchos países. En otras palabras, la descentralización obliga a considerar la internacionalización. Y la integración, como en el caso del área metropolitana de Cúcuta y el estado venezolano del Táchira. Y no se pueden olvidar los territorios insulares.

En Colombia identificamos cinco macrorregiones con diferentes etapas de desarrollo, producto del centralismo, con fronteras difusas. Estas son de norte a sur: la región caribe y sus territorios insulares, la región andina, la región pacifica, la Orinoquía y la Amazonia.

Todas tienen subregiones, unas más que otras. Y aquí viene otra consideración importante: los actuales departamentos son creaciones administrativas centralistas, creados con la misma "creatividad" que la colonia española. Un ejemplo, la ciudad nortesantandereana de Ocaña interactúa más con el sur del Cesar que con su departamento. Querer hacer de cada departamento un estado es una forma provocadoramente ignorante de descentralización.

Adicionalmente y no menos importante, otro factor de los muchos a considerar es el proceso urbanizador que se ha dado en el mundo, y Colombia no es la excepción, que hoy tiene a cerca del 80% de la población colombiana viviendo en ciudades, que han conducido a la nueva realidad de las áreas y regiones metropolitanas, motor del desarrollo y nicho de los grandes problemas sociales en el mundo de hoy.

Es decir las regiones deberían definirse a partir de áreas metropolitanas en expansión o regiones metropolitanas como el eje cafetero y el eje caribe Cartagena-Barranquilla-Santa Marta. Los flujos de salida y llegada a esos polos definirían los contornos de región descentralizada.

Una vez definidas las regiones, una política nacional de estado unitario buscaría proyectos para tratar de ir equilibrando estas regiones uan vez definida su vocación.

De lo escrito hasta ahora queda claro que la descentralización implica el desmonte del actual estado, desarrollando una verdadera democracia liberal. La descentralización se da mejor en un estado parlamentario que en un presidencialismo que busca cada vez mayor control, separando las funciones del jefe de estado y jefe de gobierno, con un régimen real de partidos eliminando todos esos minipartidos y los partidos que no tienen identidad, sino que son empresas electorales vendiendo servicios de votos, una justicia también descentralizada, un estado unitario donde el monopolio de la fuerza esté en sus fuerzas de seguridad y un ejecutivo que busque el desarrollo.

¿Creen ustedes que esos que pregonan descentralización realmente creen en ella?