Durante años y años nos hicieron tragar muchas mentiras. No solo a nosotros, los de hoy, sino a nuestros padres, abuelos y generaciones de bien atrás. Nos metieron gato por liebre. Y creímos sin chistar, sin cuestionar, sin vacilar ni pensar por un momento que nos podían estar engañando. Pero actualmente, con la infinidad de recursos de investigación, se ha destapado todo. Están saliendo a la luz los datos más insospechados, se están desenterrando documentos, testimonios, confesiones y mil otros auxiliares de la historia, que acaban por derrumbar ídolos y refutar mitos. Una brigada de juiciosos eruditos e investigadores de todas partes cumple la tarea. Por poner un ejemplo, para desmentir la leyenda negra española hay un ejército de verdaderos sabios, pero, particularmente, objetivos, de verdad imparciales.
En estos mismos momentos estamos viviendo no solo la guerra de Rusia contra Ucrania, sino la guerra de los intereses y la guerra de la información parcializada, o, mejor, de la desinformación. Así, aunque millones estén concentrados en el televisor oyendo los informes que transmiten las poderosas cadenas como CNN, la BBC de Londres y las televisoras europeas, y pegados a los grandes periódicos del planeta, especialmente los estadounidenses, no faltan los buenos periodistas que descubren el otro lado de la moneda. Los que nos hacen abrir los ojos para que no creamos en las noticias de esos medios, por una sola razón: porque tales cadenas pertenecen a una sola organización económica e ideológica. Todo lo manejan los magnates del comité del Nuevo Orden Mundial, al que quiere pertenecer el presidente de Ucrania, y, de natural, al que se opone Vladimir Putin.
En unas cuantas entregas en esta columna vamos a develar algunas falacias.
1 – Hipocresía: Inglaterra, el país que pregona las libertades y la tolerancia – obligatorios, sí, para los otros – no permite que un primer ministro sea católico. Por eso Tony Blair tuvo que fingir ser anglicano y ya se declaró católico al abandonar el cargo. Lo mismo ocurre en Holanda, Suecia y Suiza, en donde los católicos no pueden ocupar cargos públicos. Estos países son los que más vigilan a Colombia por si viola los derechos humanos.
2 - Las fundadoras del feminismo eran provida: rechazaban el aborto y las uniones homosexuales. Sus seguidoras de hoy tal vez no conocen esa parte de la historia.
3- El hoy prócer moral José Alberto Mujica Cordamo, expresidente del Uruguay, un viejito tierno que anda dictando conferencias emotivas de paz, bondad, entendimiento y candor por el mundo, fue un activo guerrillero de los Tupamaros. De este movimiento se ha venido elaborando una lista de crímenes, pero en la mayoría no se ha logrado precisar a los responsables. A José Mujica se le identificó como el autor del asesinato del cabo de la Guardia Metropolitana José Leonardo Villalba, ocurrido el 11 de febrero de 1971. Lo mató a traición, de seis tiros en la espalda. El muy honrado y valiente Mujica fue detenido y sentenciado.
orlandoclavijotorrado@yahoo.es
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