Como una alternativa para evitar la crisis de su país, el presidente argentino Mauricio Macri acudió al Fondo Monetario Internacional-FMI- en busca de apoyo financiero. La organización respondió positivamente con la aprobación de un préstamo de 50.000 millones de dólares, el pasado 8 de junio, pero esto fue apenas un paliativo, pues la turbulencia siguió con la depreciación del peso argentino con gran impacto inflacionario. Según el FMI, la devaluación acumulada del peso en lo corrido del año supera el 100 por ciento.
Ante la crítica situación financiera del país austral, el pasado 30 de agosto, recordado como el jueves negro, el gobierno tuvo que subir la tasa de interés de 45 al 60 por ciento, mientras el Banco Central subastaba 675 millones de dólares para contener la depreciación de la moneda nacional. Vale recordar que esta es la tasa de referencia más alta del mundo.
Macri dio a conocer un duro ajuste fiscal con aumento de aranceles, reajuste de la inversión en infraestructura, aplicación de impuesto a las exportaciones, eliminación de subsidios a los servicios públicos y recorte de su gabinete en 13 ministerios.
Pese a que hasta el mes de mayo las autoridades brasileras consideraban que la crisis argentina no era un factor de riesgo, a finales de la semana pasada se comenzó a sentir el impacto con la caída del valor del real al cotizarse a 4.15 reales por dólar, el valor más bajo desde hace dos años. Igual sucedió con el peso chileno.
Esta situación de alarma en los países vecinos llevó al presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, a tomar medidas preventivas para tratar de salvarse del contagio. Entre las medidas anunciadas por la autoridad uruguaya están las de devolver el IVA aplicado a los turistas extranjeros en sus compras, pues el 60 por ciento de los viajeros que visitan a Uruguay son argentinos. Además, se adelantará un programa de ayuda a los exportadores.
No queda duda de que esta crisis generará inestabilidad económica, especialmente en los países vecinos, pues la diferencia en precios atraerá a los turistas y compradores hacia Argentina. Esto ha quedado demostrado en las anteriores crisis de este país en los años 1989-1990, que provocó la salida del presidente Alfonsín y entre 1998-2002. ¿Podrá Macri superar esta difícil situación en los 15 meses que le quedan de gobierno? Que no lloren por ti Argentina.
