El dolor de cabeza más grande que sufren en La Ermita, es la situación de riesgo que se presenta entre las calles 35 y 38, donde precisamente el pasado 2 de abril dos familias lo perdieron todo, y otras más resultaron afectadas debido al hundimiento del terreno que está ubicado en una zona de alto riesgo.
Digna Ortega, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio La Ermita, recuerda que esta situación pudo evitarse, pues ella misma envió una alerta temprana a la alcaldía de Cúcuta, que para ella ha demostrado poco compromiso con la situación.
“El pasado 26 de agosto yo notifiqué ante la alcaldía que ahí había un tercero reloteando los terrenos, pasando maquinaria y vendiendo, el 2 de abril se deslizó y por fortuna no hubo pérdidas humanas, pero sí muchas familias que invirtieron en los lotes van a perder dinero y el paso de la maquinaria terminará afectando mucho más a las personas que residen en la parte de arriba porque la pasada de la maquinaria desestabilizó el terreno y en la calle 38, donde antes no se había presentado deslizamiento, ya se presentó”, precisó Ortega.
La líder comunal pidió que más que hacer revisiones de tubería como lo hizo Aguas Kpital o una ficha técnica como lo hizo Gestión del Riesgo, es importante plantear otras soluciones como la realización de obras de mitigación que eviten que el terreno de ese sector se siga socavando.
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Asimismo, contó que está amenazada por denunciar la situación.
Sin embargo, eso no es todo, en el barrio también sufren por las tuberías de acueducto y alcantarillado que son de gres y que no les cambian desde que la misma comunidad las hizo, ni siquiera han recibido al menos un mantenimiento.
“Hace unos días hubo un inconveniente con el alcantarillado al lado de la escuela, Aguas Kpital vino, destapó, arregló, pero recogieron las aguas lluviasy ahora se van a la calle y eso afecta a las personas que viven en las calles 34 y 35, porque cuando llueve con fuerza se va hacia las casas y las inunda, además van a parar donde se presenta el riesgo y eso empeora la situación”, explicó la presidenta de la JAC.
La líder pidió a la alcaldía revisar las calles que están en mal estado, pues la avenida 7 entre calles 37 y 38, la cual es una de las vías principales, fue arreglada hace 11 años, pero ya está en deterioro por el paso de los vehículos de transporte público.
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Pidió a Infraestructura que la intervengan y también, que lo hagan entre las calles 34 y 32 con avenida 7.
Ese requerimiento fue entregado por esta redacción a la Secretaría de Infraestructura, entidad que además, informó por medio de la oficina de prensa que en la Ruta del Asfalto no llegará a La Ermita, pero sí hay varias vías priorizadas en la comuna en los barrios Chapinero, Claret, Motilones y Ospina Pérez.
Digna además manifestó que la cancha de tierra y el parque ubicados en la calle 34 con avenida 6, en el margen de la malla del aeropuerto, fueron revisados por funcionarios del IMRD para ser intervenidos y encerrados hace unos 8 meses, pero no volvieron a hacer los arreglos necesarios, en especial, en el parque infantil donde se han robado varios elementos.
El IMRD precisó a La Opinión que el año pasado intervinieron el coliseo, que también está ubicado en la calle 34, pero con avenida 8.
La inseguridad
La inseguridad también golpea a este barrio de la Comuna 7, según contó la líder comunal, se robaron el cable de la zona WiFi del parque y también muchos contadores.
“Se le hace un llamado a las autoridades debido a que la inseguridad es muy dura en este sector, en un solo día se han robado cinco o hasta diez contadores del agua y el que pierde es el usuario, porque la empresa no pierde nada, el problema es que hay mucha drogadicción y eso da tristeza, porque son muchachos de 12, 13 y 14 años”, expresó Ortega.
La líder resaltó que la Policía Comunitaria da charlas constantes a los jóvenes sobre consumo de sustancias psicoactivas en la Institución Educativa, pero eso no es todo, pues se hace necesario que amplíen el pie de fuerza, ya que 12 barrios tienen un solo cuadrante de Policía a su disposición, lo que sí a la seguridad.
Lo positivo
El barrio está compuesto por ocho cuadras y media y 44 manzanas, la gente ha guerreado para sacarlo adelante y cuentan con todo lo necesario como un colegio, un puesto de salud, una iglesia, un parque, un coliseo, dos canchas, el alumbrado público está en buen estado, hay buen comercio, en términos generales las vías principales están en buen estado y la gente es muy buena y unida.
“Lo positivo aquí es que la comunidad siempre ha sido unida, se han logrado muchas obras, se ha mantenido el parque, el coliseo, la misma comunidad hace los aportes, se mantienen los árboles y eso es algo que lo motiva a uno como líder.
También realizamos encuentros deportivos con equipos de otros barrios para integrarnos”, puntualizó.
Asimismo, salieron de los años difíciles pues fue una comunidad muy afectada por la violencia en las épocas de la guerrilla y los paramilitares, pero están contentos ya que se está haciendo la reparación a las víctimas que allí residen.
Sin respuesta
La Opinión contacto a la oficina de prensa de la Secretaría para la Gestión del Riesgo de Desastres para conocer cómo ha avanzado el trabajo en la zona de riesgo y si se tienen contempladas algunas obras de mitigación, pero al cierre de esta edición no ofrecieron respuesta.
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