En un partido atípico y condicionado por el mal estado del terreno de juego, producto de una intensa lluvia que cayó en Itagüí desde el mediodía de ayer, el Cúcuta Deportivo sucumbió ante Leones de Antioquia (2-1) en el partido de vuelta de la semifinal del Torneo Águila II-2017, y perdió la posibilidad de levantar el título del segundo semestre de la B, y por ende no podrá ascender como el gran campeón de 2017.

En Itagüí, el conjunto motilón empezó aguantando el empuje de Leones que intentó acorralar a los cucuteños a punta de pelotazos al área, pero los defensores John, y Brayner García, estuvieron concentrados en el arranque del partido y lograron despejar todo el peligro que llegaba vía aérea.

El terreno de juego, determinante

El campo estuvo en pésimo estado durante todo el partido, pero aunque empezó favoreciendo al Cúcuta terminó beneficiando a Leones.

A los diez minutos de iniciarse el compromiso los locales se fueron al frente en el marcador, pero la anotación fue anulada por el asistente de línea por fuera de juego.

El partido continuaba 0-0 pero el Cúcuta era el dueño de las opciones más claras, pues la gramilla mojada le favorecía en su idea de contragolpear todos los avances de Leones.

Los charcos impedían el juego colectivo de los felinos, y los rojinegros orientaban todos  sus ataques con balones aéreos que buscaban la velocidad de ‘Alpinito’ Carrillo y Jonathan Agudelo.

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A los 19 minutos del primer tiempo el artillero motilón de este semestre, ‘Alpinito’ Carrillo, marcó el gol de los rojinegros después de capitalizar un balón que rechazó el portero Arled Cadavid.

La ventaja mínima en el marcador le dio cierto control al Cúcuta Deportivo, pero Leones nunca bajó la guardia y siguió enviando pelotazos aéreos para explotar a sus veloces delanteros, Jhon Sánchez y Wilmar Cruz.

Leones fue mejor en ambos compromisos de la semifinal, ante la tristeza de los futbolistas rojinegros.

Dos minutos después de la anotación motilona Agudelo tendría una inmejorable posibilidad para ampliar la superioridad visitante, pero su disparo fue atajado por Cadavid, quien cumplió ayer con una buena  labor.

Para la segunda parte ambos equipos salieron con el mismo once titular, pero Leones golpearía primero y empataría el partido a los 61 minutos, después de una pena máxima bien sancionada por el árbitro central, que Jeison Medina cambiaría por gol con una impecable ejecución.

El capitán rojinegro Jhon García, que cumplía con su trabajo hasta el momento despejando el peligro, falló al intentar un quite deslizante dentro del área, con la cancha mojada, y regaló un penal infantil.

El empate le cayó mejor a Leones, y a los 79 minutos encontrarían su recompensa producto de otro error motilón, que sentenció las posibilidades rojinegras de hacerse con el título del segundo semestre del año.

El portero Mauricio Mafla calculó mal la distancia para salir a despejar un balón en un tiro de esquina, y su rechazo golpeó en la espalda del ‘Alpinito’ Carrillo dejando el esférico a merced de Jeison Medina, que cabeceó fácil y sin oposición alguna decretó el 2-1 definitivo.

Ahora, Leones de Itagüí y Llaneros de Villavicencio se enfrentarán en la final para definir el campeón del segundo semestre, y al Cúcuta le queda rezar, y aferrarse a una remota posibilidad que le queda para buscar uno de los dos cupos para ascender.

La última posibilidad del Cúcuta

Con Leones y Llaneros definiendo el segundo campeón del año, al Cúcuta Deportivo le queda la opción de ascender a través de la reclasificación.

¿Cómo sería? Cúcuta lidera la reclasificación con 66 puntos, los mismos que Pereira, Quindío y Leones. Llaneros tiene 64 puntos y es quinto en la reclasificación.

Sin embargo los únicos que tienen opción de seguir sumando son Leones y Llaneros, pues Pereira y Quindío ya están eliminados.

Los dos cupos para la A se entregan de la siguiente manera: el primero en ascender será el gran campeón del año, en una final que jugarán el campeón del primer semestre (Boyacá Chicó), y el campeón del segundo semestre (Leones o Llaneros).

El segundo en ascender saldrá de un repechaje que jueguen el primer equipo de la reclasificación, y el subcampeón de la final del año (Boyacá Chicó, Leones o Llaneros).

Así las cosas, para que el Cúcuta pueda jugar ese repechaje es necesario que Leones gane los dos partidos de la final que le quedan ante Llaneros, o que Llaneros no alcance los 66 puntos en reclasificación (perdiendo los dos partidos de la final, o perdiendo uno y empatando el otro).

Además, Leones deberá ganarle la gran final del año a Chicó para que consiga su ascenso directo, y deje al Cúcuta segundo en la reclasificación, y con la posibilidad de jugar el repechaje frente a Chicó.

Es decir, hay que sentarse a esperar un milagro.