La magia de la música se tomó al municipio de Aguadas, en el deparamento de Caldas con el 32 Festival Nacional del Pasillo Colombiano, donde al ritmo de la flauta traversa, el músico Jesús Augusto Castro Turriago, docente del programa de Música de la Universidad de Pamplona, ganó en la categoría instrumental con obras provenientes de Norte de Santander y Colombia.
Para participar, los artistas debían superar varias fases, empezando con una audición donde se preseleccionaron a cinco músicos por modalidad, luego dos eliminatorias claves que garantizaron en la gran final, la presencia de dos aspirantes por categoría.
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Jesús Castro en la flauta traversa y acompañado de Fabio Gómez en el piano, pasaron todas las fases en el festival más importante para los músicos en Colombia, cumpliendo así, uno de sus más grandes sueños en el evento que se desarrolló en el teatro Bicentenario.
“Este festival es un gran reto personal, la verdad, yo llevo tratando de ganar este festival más de 10 años y para mí tiene un valor sentimental muy alto, pues porque yo inicié niño. Ellos tienen la modalidad infantil que se llama ‘Pasilleritos’, fue mi primer festival como a los 12 años” manifestó Castro.
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Castro, quien es oriundo del Tolima, participó representando a Norte de Santander para mostrar todo su talento en este evento, que además está declarado Patrimonio Cultural de la Nación mediante Ley 983 del 12 de agosto de 2005.
Al son de la flauta cautivaron a los jurados
El flautista interpretó cinco temas entre los cuales se destacaron 'Corazonada' de Víctor Guerrero y 'Albores de Junio' del maestro Fabio Gómez, conquistando a los jurados con una nueva versión elocuente de hacer música colombiana.
“Obtener ese primer lugar para mí fue súper emocionante y se sintió como la culminación de un sueño” expresó.
Castro resaltó que en Norte de Santander debían seguirse fortaleciendo los procesos musicales porque el arte en cualquiera de sus manifestaciones desarrolla procesos de sensibilidad en los niños y jóvenes, además contribuye a que la sociedad sea más empática.
Redacción
Valentina Salgado, practicante de periodismo*
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