Cúcuta registró la mayor inflación anual en julio, con una variación en los precios al consumidor de 14,09%, por encima de la media nacional que fue de 10,21% –el máximo en 22 años–, informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

Detrás de la capital de Norte de Santander, Santa Marta (13,72%), Valledupar (13,11%), Riohacha (12,29%) y Montería (11,65%) son las otras ciudades con mayor tasa de inflación en Colombia. 

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Juan Daniel Oviedo, director del DANE, destacó que Cúcuta fue la ciudad donde más subió el gas doméstico, al mostrar un índice de 7,99%, muy por arriba del promedio del país (1,13%). Valledupar (7,74%) y Pasto (7,17%), ocuparon el segundo y tercer lugar.

En cuanto a los alimentos, Cúcuta tuvo una variación mensual de 0,48% y de 3,12% en calzado y prendas de vestir. Sin el segmento de alimentos, la variación mensual del IPC en la Perla del Norte fue de 1,15%.

Rompió los dos dígitos

Juan Daniel Oviedo sostuvo que la variación mensual en el país fue de 0,81% y en lo corrido de año va en 7,96%; datos por encima de lo esperado que, para el dato anual se estima un 9,99%. 

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La variación anual rompió la barrera de los dos dígitos, una estadística que no se vía desde abril del 2000, cuando se registró en 10%.  

“La inflación de julio está mandando un hito histórico, es un retroceso de más de 22 años”, afirmó Juan Daniel Oviedo. 

El director del DANE indicó que las tres divisiones que tuvieron variaciones del IPC por encima del promedio nacional fueron alimentos y bebidas no alcohólicas (24,61%), restaurantes y hoteles (15,20%), “empujada principalmente por el corrientazo”; y muebles y artículos para el hogar (13,58%).

“La inflación anual, principalmente, se debe a una sobreinflación de alimentos y a un impacto muy importante en la división de electricidad -que aportó 10 puntos porcentuales-”, sostuvo. 

IPC continuaría cerca al 10%

Según Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia, la inflación de alimentos alcanzó una variación mensual de 1,1%, muy por encima de su promedio histórico en prepandemia de 0,02%, lo que en términos anuales llevó al dato a ubicarse en 24,6%, con una aceleración de 96 puntos básicos.

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“Este efecto se asocia a una continuidad de presiones en perecederos y en productos procesados. La normalización de los precios en prendas de vestir y calzado luego del Día sin IVA en junio llevó a incrementos de 3,6% en la variación mensual de esta división, con lo que contribuyó en 12 puntos básicos al resultado final, en línea con nuestras expectativas”.

Peña manifestó que la aceleración de la inflación básica también estuvo asociada a las presiones en bienes y servicios regulados, con el incremento en la división de arrendamiento y servicios, protagonizada por las alzas en energía eléctrica y en transporte tras el alza en combustibles y los altos precios de los vehículos.

“Esperamos una moderación muy gradual de los costos de producción a lo largo del segundo semestre y algunos efectos de base que ayudarán a que se diezme la inflación”, añadió la economista, quien expresó que el resultado actual podría implicar un cierre de inflación por encima del 9,2%. Así, en lo que resta del año continuaría en niveles elevados cercanos al 10%.

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