Cúcuta ocupa el puesto número diez de las ciudades con mejor dinámica inmobiliaria, según revela en el Índice de Valor Predial (IVP), que mide la variación en el valor de los bienes inmuebles con destino económico habitacional.
La capital del Norte de Santander cerró el 2015 con una variación de 6,32%, superior al 5,34% registrado en 2014, lo que le permitió escalar del puesto 15 al 10.
El director territorial de Norte de Santander del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), Jorge Dávila, indicó que, en 2015, la variación en los precios en Cúcuta fue cercana al 10 por ciento. Esto se
ve reflejado en los proyectos urbanísticos nuevos en los estratos altos, que impulsaron la comercialización de inmuebles, especialmente los de propiedad horizontal.
Así se desprende del estudio que elaboró el Igac, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en el que analizaron los valores de la propiedad en predios con destino residencial en 22 ciudades capitales (sin Bogotá) durante el 2015.
Según los resultados, los primeros lugares fueron para Florencia y Sincelejo que ocuparon el primer y segundo puesto, con 7,3% y 7,25%, respectivamente.
Una de las razones que motivaron este comportamiento del sector en Cúcuta fue que se otorgaron licencias de construcción para las Viviendas de Interés Prioritario para Ahorradores (Vipa), indicó Juan Francisco Yáñez, directivo de la Cámara Colombiana de la Construcción de Norte de Santander.
Yáñez dijo que en 2016 el programa de ‘Mi casa Ya’ y el subsidio que se aprobó para las viviendas que tienen un costo hasta de 200 millones de pesos, mantendrán al sector de la construcción con una buena dinámica durante el presente año.
Por otro lado, “los sectores de estratos medios tuvieron un incremento conservador, ya que no mejoraron su infraestructura ni se desarrollaron nuevas obras de construcción”, dijo Juan Antonio Nieto Escalante, director general del Igac.
Demora en procesos
El dirigente del gremio de la construcción indicó que una de las fallas que existen en el Igac y el registro es la demora y los procesos engorrosos en la aprobación de las licencias de construcción.
Los constructores pierden más de tres meses para que los organismos oficiales puedan aprobar las licencias.
“Los procesos demorados, a veces los contratos se vencen y esto afecta la competitividad de este sector ”, dijo Yáñez.