Buk, software en gestión de personas, lanzó su estudio ‘Radiografía de las mujeres en el trabajo’, que analizó las realidades de las trabajadoras en Latinoamérica, arrojando que, si bien hombres y mujeres solicitan aumentos de sueldo en igual proporción, la respuesta es más negativa para ellas.
En Colombia, entre quienes solicitaron aumento de salario, el 63% de las mujeres y el 51% de los hombres no quedaron conformes con la respuesta. Además, el 77% de las empleadas que negociaron su salario lograron mejorar sus condiciones, en comparación con los hombres, que alcanzaron un 88% de éxito.
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En Chile, Perú y Colombia, ellas ganan 26% menos que los hombres, aunque este último país tiene menos brecha salarial (18%).
Esta disparidad comienza desde las primeras etapas del proceso de contratación, con las mujeres enfrentando desventajas en la negociación salarial desde el inicio.
“Una vez instalados en los cargos, el estudio detectó que, si bien hombres y mujeres piden aumentos de sueldos en proporciones similares, la respuesta tiende a ser más negativa para ellas. Considerando a los cuatro países de la radiografía, se detectó que por cada 100 hombres que solicitan y reciben un aumento de sueldo, 77 mujeres recibieron la misma respuesta”, explicó el head of research de Buk, Leslie Warren.
Otros datos
Casi 1 de cada 10 mujeres reporta experimentar microagresiones en su lugar de trabajo. Según el World Economic Forum, una microagresión es una acción, conducta o comentario que se da de manera cotidiana y que refleja hostilidad o menosprecio hacia cierto grupo de personas. Una de éstas son las microagresiones en el trabajo, lo que incluye interrupciones frecuentes en reuniones y una sensación de falta de reconocimiento.
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Las mujeres están menos satisfechas con sus trabajos que los hombres. Concretamente, el 45% de las mujeres en Colombia quiere cambiar de trabajo, aunque no todas lo están buscando activamente. En el caso de los hombres, esta cifra es menor, ya que un 38% tiene este mismo deseo.
Uno de los elementos centrales del estudio es el doble rol que las mujeres deben cumplir de ser trabajadoras y principales cuidadoras en sus hogares. Por esto, una de las soluciones clave identificadas por el estudio para mejorar la experiencia de las mujeres en el trabajo y retener su talento es la flexibilidad laboral o el teletrabajo.
En esta línea, los datos muestran que la tercera razón principal por la que las mujeres dicen que renunciarían a sus trabajos es por falta de flexibilidad laboral, con un 35% que señala este motivo.
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Contrario a los estereotipos que podrían existir, hombres y mujeres comparten las razones principales por las que renunciarían. Pero la flexibilidad se alza en ellas como otro factor clave, que entre los hombres no aparece con tanta fuerza: 35% de ellas menciona la falta de flexibilidad como una razón gravitante en la renuncia, mientras que en relación a ellos, solo el 16% lo hace.
Buk, también subraya la importancia de abordar las disparidades de género en el lugar de trabajo. “Las mujeres no están demandando privilegios extravagantes, sino igualdad de oportunidades y un trato justo. Las empresas que respondan a este llamado no solo estarán promoviendo la justicia y la equidad, sino también asegurando su propio éxito futuro al retener y empoderar el talento femenino,” concluyó Warren.
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