En los restaurantes de Cúcuta, el precio del popular ‘corrientazo’ cuesta, en promedio, $11.0000, aunque los precios oscilan entre $10.000 y $12.000, dependiendo de la proteína. Hasta diciembre pasado, un almuerzo se conseguía en $8.000 y $9.000, el más barato.

Esta es una de las subcategorías que jalonó la inflación de la ciudad, en enero, de acuerdo con el subdirector del DANE, Leonardo Trujillo, quien dijo a La Opinión que los almuerzos y las comidas preparadas fuera del hogar aportaron 0,18 y 0,10 puntos porcentuales al Índice de Precios al Consumidor (IPC). La categoría restaurantes y hoteles tuvo la mayor alza, con 2,72%.

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La administradora del restaurante Debut, Luz Day Peña Jaimes, informó que el primer mes de 2024 fue “un poco difícil, porque, a pesar de que los precios de las verduras y las carnes se mantuvieron estables, las ventas cayeron 30%”.

Jaimes indicó que para mantener la clientela congelaron los precios de los almuerzos desde hace casi un año. No obstante, eso lleva a que la rentabilidad disminuya.

La empresaria agregó que aumentaron los precios de las arepas y el café, lo cual ha hecho que los comensales dejen de comprar. “La gente se ha cohibido de comer fuera de la casa”. 

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Servicios, arriendo y nómina pesan

El presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés) en Norte en Santander, Juan Pablo Londeros, manifestó que los precios los han mantenido, sacrificando la rentabilidad. Sostuvo que los costos de la materia prima siguen elevados, “pero estables”. 

“Los servicios públicos están demasiado altos, el arriendo subió 9,28%, el costo de la nómina creció 12%. Es muy difícil mantener una operación del restaurante. Además, el paso fronterizo tiene poco flujo y el consumo interno bajó también”.

Londeros precisó que, en su caso, comparado 2022 con 2023, hubo un aumento del 10% en las ventas, pero en enero de 2024, respecto al mismo mes del año pasado, bajaron 16%. 

Las ventas en el sector gastronómico cayeron, en promedio, 23%, de acuerdo con las cifras que maneja la industria.

El gerente de Pasteles & Pasteles, Rubén Bittar, señaló que las alzas en algunos precios  obedecieron, principalmente, al aumento de salario mínimo (12%).

“Datos de la industria indican que el costo de la materia prima abarca entre el 35% y 40% de los gastos. Como la inflación en alimentos ha bajado, eso ha ayudado a que mejoren los costos de producción”, añadió Bittar. 

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Recalcó que lo que más pesa en el sostenimiento del negocio son el arriendo y los servicios públicos, porque cada vez presiona más la inflación. “Esperamos que los precios de venta se mantengan estables durante el resto de 2024, pero eso depende de que no suban los alimentos”.

El 8% de la venta de los restaurantes formales va dirigido a la DIAN, como impuesto al consumo, más el costo de las transacciones financieras virtuales, que está alrededor de 3,5%. 

También la explosión de negocios nuevos informales hace que la clientela se distribuya en muchos más restaurantes, lo que hace que la participación de que cada empresa en el mercado se reduzca.

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