La Cooperativa Agropecuaria del Norte de Santander (Coagronorte) cumplió este jueves sus 52 años y para celebrarlos llevó a cabo el primer congreso ‘Sembrando para el Futuro’.

El evento dirigido a productores, agrónomos, funcionarios gubernamentales, proveedores y otros actores de la cadena de producción del arroz, contó con la participación de conferencistas nacionales e internacionales.

Los expertos compartieron sus experiencias y aportaron una visión de futuro de la actividad, basados en ejes centrales como la innovación, la sinergia productor-industria-gobierno, el manejo técnico del cultivo y la responsabilidad social.

Guillermo Infante, gerente de Coagronorte, explicó que el objetivo del encuentro es mostrarle a los agricultores de Norte de Santander una visión global de lo que es el mercado.

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“Queremos que nuestros asociados se vayan preparando para el mercado internacional que es a lo que estamos aportando, la idea es seguir posicionando marca”, dijo.

Infante explicó que a pesar de que los costos de producción de arroz han subido mucho, el producto regional cuenta con buena demanda y la oferta está disponible.

No más semillas de costal

Joanna Dossmann, gerente técnica de Interoc y experta en fitomejoramiento, explicó a los agricultores que solo la semilla certificada puede garantizarles un negocio a largo plazo.

Una de las alternativas del presente y que serán garantía en un futuro son los híbridos, variedades obtenidas del cruzamiento entre dos o más progenitores genéticamente diferentes.

Según Dossmann, las grandes ventajas de implementar esta solución es la posibilidad de obtener más cosechas, con las mismas hectáreas sembradas.

“A pesar de ser semillas más costosas que las locales, garantizan seguridad alimentaria, rentabilidad y competitividad”, dijo.

La ingeniera agrónoma hizo énfasis en que los híbridos responden mejor a factores a los que se expone el cultivo de arroz, como el clima y las bacterias.

Además, señaló que con estas variedades la expectativa de ganancia para los productores es de 1 a 2 toneladas más, que equivalen a un 20 % por encima de una variedad local.

Sin embargo, existen barreras que frenan a los productores como la falta de conocimiento y las adaptaciones culturales.

El ejemplo de Uruguay

Uruguay es el séptimo productor de arroz en el mundo y el cuarto en rendimiento.

Sin embargo, el país cuenta con solo 440 productores del grano, número inferior al que existe, incluso, en Norte de Santander.

Sin embargo, cada productor tiene sembradas 330 hectáreas.

Federico Molina, investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Uruguay (INIA), explicó que su país lleva una gran ventaja por encima de Colombia; la producción es altamente mecanizada.

“Producir grano de alta calidad nos ha permitido mantenernos en el mercado y exportar más del 95 % de la producción”, dijo.

Según Molina, los productores de Norte de Santander tienen factores que mejorar, como el monocultivo, pues a lo largo de los años puede traer problemas de enfermedades y sustentos de suelo.