El sector gastronómico ya recuperó la dinámica que tenía antes de 2020, año en el que la pandemia de COVID-19 llegó a Colombia, porque en esta Semana Santa los restaurantes de Cúcuta tuvieron sus mesas llenas de comensales.

Rubén Darío Bitar, representante de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), capítulo Norte de Santander, dijo a La Opinión que sus afiliados tuvieron un incremento en sus ventas del 50%, aproximadamente.

“Nos fue muy bien, porque nos preparamos para esta temporada, alistamos los mejores platos y dispusimos del personal. La verdad es que le pusimos todas las ganas para atender la clientela y la gente respondió. El año anterior aún había algo de pesadez por la pandemia”, expresó.

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Bitar resaltó que el mejor panorama se evidenció en los sitios de comida de centros comerciales, a donde muchos acudieron a tener un día de esparcimientos el Jueves y Viernes Santo. Aseguró que el sector busca cada día brindar más experiencias, que lleven a los clientes a salir de la rutina.

Igualmente, a los restaurantes de poblaciones cerca de Cúcuta les fue muy bien, como Chinácota, Toledo, Durania y Bochalema; así como los de municipios un poco más alejados, por ejemplo Ocaña y Pamplona, a donde los habitantes del área metropolitana suelen escaparse en los días de descanso.

“Vino gente de Venezuela que tiene familia en la capital de Norte de Santander y la comida de mar fue la preferida. Estamos muy contentos con lo que le sucedió al sector gastronómico”, sostuvo Bitar.

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Preocupación por la reforma

Rubén Darío Bitar indicó que el gremio, al igual que otros sectores empresariales del país, también ve con preocupación la reforma laboral radicada por el Gobierno en el Congreso, porque los cambios en la jornada generarán el incremento en la nómina.

“Es preocupante porque gran parte de los restaurantes trabajan en el horario nocturno y no es que se trate una jornada adicional. Los cambios traerían mayores costos y nos dejarían en desventaja ante la informalidad, porque tendríamos que subir el precio de venta para ser competitivos y tener punto de equilibrio”.

El representante de Acodres recordó que el Gobierno considera al turismo, al cual pertenece la gastronomía, como un eje de desarrollo del país, por ello esperan que genere políticas que les permitan a los empresarios tener rentabilidad.

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Guillermo Gómez París, presidente ejecutivo nacional de Acodres, ha explicado que se sienten amenazados por el proyecto, afirmando que es indignante que en la exposición de motivos de la eventual ley se califica a los restaurantes como precarizadores laborales, cuando en realidad es un sector generador de empleo: el 38% de la gente que queda por fuera del mercado laboral, acude a la preparación de alimentos y bebidas para tener un ingreso. 

Precisó, además, que el 63% de sus empleados son mujeres y que están operando desde las 6:00 a.m. para poder tener el restaurante listo al mediodía y atender a la clientela a la hora del almuerzo.

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