Un nuevo inri carga sobre sus espaldas Cúcuta, al ser catalogada como ciudad de riesgo para los opositores al régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro. Es de extrema gravedad lo dicho por Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, de que esa situación se está presentando después de las elecciones del 28 de julio del año pasado.
Según lo dijo a La Opinión, en la capital nortesantandereana habría presencia de miembros de las fuerzas de seguridad chavistas y actores criminales adeptos al gobierno madurista con la misión de fichar, detener y extraer ilegalmente por la frontera a dirigentes opositores que intenten salir por la frontera entre Táchira y Norte de Santander.
¿Qué dirá la Cancillería colombiana sobre esta probable operación encubierta que viola la soberanía nacional? Si hay agentes de un Estado operando en forma clandestina en un país vecino para llevarse de vuelta a quienes están en contra del gobierno de turno, también resulta ser una acción que echa por tierra los tratados internacionales sobre límites para que actúen los cuerpos de seguridad o los militares en territorios limítrofes.
El canciller Gilberto Murillo y el presidente Gustavo Petro están en la obligación de llamar al embajador venezolano en Bogotá y entregarle una nota de protesta diplomática.
Al mismo tiempo, y aunque Venezuela ya no haga parte de la OEA, Colombia debe solicitar al secretario general de la Organización de Estados Americanos que evalúe los mecanismos a seguir frente a esta presencia irregular de agentes venezolanos en una especie de ‘cacería’ de opositores en la más importante capital colombiana en la frontera.
¿Inteligencia Militar qué reportes tiene frente a esa denuncia sobre la probable operación de espías venezolanos operando aquí? ¿Ya están investigando eso?
Que la ciudad esté convirtiéndose en centro para retener y llevarse al otro lado del río Táchira a quienes no acolitan la perpetuación en el poder de un chavismo que ya cumple un cuarto de siglo en Miraflores, puede llegar a convertirse en un grave lío internacional para Colombia.
¿Migración Colombia qué responde sobre esta situación que la deja muy mal parada en cuanto a los controles que aplica en las entradas por los puentes internacionales y en la vigilancia de las trochas?
Hay que tener mucho cuidado porque si la pasividad y la inacción son la respuesta del Estado colombiano, a futuro podríamos estarnos viendo comprometidos en el panorama internacional por presuntamente favorecer las persecuciones de Maduro contra los que considera sus enemigos políticos más allá del territorio venezolano y de hacer oídos sordos a estas acciones que van en contravía de los derechos humanos.
Colombia debe exigirle a Maduro el inmediato retiro de los miembros de sus cuerpos de seguridad dedicados a perseguir y extraer a quienes intentan huir de Venezuela y lanzarle una fuerte y contundente notificación sobre el respeto a nuestra soberanía y de que no estamos ni estaremos de acuerdo con ese tipo de operativos de corte dictatorial.
Para finalizar surge el recuerdo de investigaciones periodísticas que han advertido la existencia de una compleja red de espionaje madurista que se ha extendido por la frontera colombiana y llegado a otros países con presencia de migrantes, y la cual tiene como propósito controlar y neutralizar a los opositores y a desertores de las Fuerzas Armadas Venezolanas.
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