El pasado 29 de agosto venció el plazo para inscribir la cédula y poder participar en las elecciones que se avecinan, y en Norte de Santander 185.629 ciudadanos registraron el documento por cambio de domicilio.

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Por tratarse de una contienda local y regional, en la que el fantasma de la trashumancia electoral o trasteo de votos, como es más conocido este delito, se hace aún más presente, las autoridades encargadas de hacer seguimiento al proceso comenzaron desde muy temprano a verificar que los inscritos en realidad cumplieran con los requisitos y no estuvieran siendo usados para favorecer determinadas candidaturas.

Como parte de ese rastreo, en Norte de Santander, a la fecha, el Consejo Nacional Electoral ha tenido que dejar ya sin efecto la inscripción de cerca de 6.500 ciudadanos que no lograron establecer o demostrar su arraigo electoral en el municipio en donde registraron el documento de identificación.

Tal y como lo señala el Código Penal Colombiano, la trashumancia electoral es “la acción de inscribir la cédula para votar en un lugar distinto a aquel en el que se reside y constituye un delito”, razón por la cual quien incurra en esta práctica puede exponerse a una pena entre 4 a 9 años de prisión.

De acuerdo con la información suministrada por el CNE, en 39 de los 40 municipios del departamento el tribunal electoral ha tenido que cancelar la inscripción de cientos de ciudadanos, por presuntas irregularidades en la información sobre su residencia electoral.

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Los Patios, con 1.638 inscripciones anuladas, es el municipio en donde más se han detectado casos de este tipo hasta el momento, superando, incluso, a Cúcuta, cuyo reporte está en 1.302 inscripciones que fueron dejadas sin efecto.

La única localidad en la que no hay decisiones con relación a eventuales casos de trashumancia es Villa del Rosario, en el área metropolitana de Cúcuta.

Uno de los casos más sonados hace unas semanas, de inscripciones anuladas, fue el del candidato a la Alcaldía de Chinácota, Ramiro Luna Conde, quien apareció como uno de los 167 inscritos en ese municipio al que le cancelaron la inscripción y no podría votar por él mismo el próximo 29 de octubre, porque al CNE le aparece que Luna recibe sus servicios de salud en Bogotá y eso es interpretado como una irregularidad en la inscripción.

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El candidato ya presentó los respectivos recursos para poder ejercer su derecho al voto en el lugar donde está aspirando y se encuentra a la espera de una respuesta. Esto, sin embargo, no lo saca de la competencia, pero de todas formas no deja de ser insólito.

¿Por qué las invalidan?

Según los magistrados del CNE, la residencia electoral se entiende como el lugar en el que la persona está inscrita o se inscribe para ejercer su derecho al voto en una elección, razón por la cual el ciudadano debe demostrar que reside, trabaja, se encuentra en determinado lugar o cuenta con un negocio.

“El proceso de revocatoria de la inscripción de cédulas no busca determinar si se reside en otro municipio o ciudad distinto de aquél en que se inscribió, sino verificar la existencia de la relación material del ciudadano con el lugar donde se realizó. De manera que, la presunción prevista en el artículo 4° de la Ley 163 de 1994 se desvirtúa, si se demuestra que el ciudadano no tiene vínculo con el municipio en el que se inscribió, es  decir, que no habita, no tiene negocios o no labora en él”, dice la resolución que dejó sin efecto la inscripción de 104 cédulas en San Calixto.

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En otro de los documentos, los magistrados del Consejo Nacional Electoral también recuerdan que se presume que con la inscripción de la cédula ante la Registraduría Nacional, el ciudadano declara bajo la gravedad de juramento residir en un municipio.

“Es decir que, la residencia electoral conlleva una presunción juris tantum. Es decir, que quien cuestiona la residencia electoral de un ciudadano tiene la carga de demostrar que no la tiene. Bajo esta consideración si ella no es desvirtuada se tiene que mantener la inscripción de la cédula del ciudadano”, señala la resolución 5905 que anuló el registro de más de mil documentos para votar en Los Patios.

Allí se explica que, con fundamento en cada inscripción, lo que se hizo fue verificar de manera simultánea los datos aportados por el ciudadano inscrito, con el censo electoral del 2019, el Sisbén, el registro del Adres, así como el del Anspe.

Pueden reclamar

Aunque el Consejo Nacional Electoral establece en las decisiones que ha venido tomando con relación a la presunta inscripción irregular de cédulas que la anulación de la misma es de inmediato cumplimiento, también deja claro que contra las mismas se pueden presentar recursos como el de reposición, con el fin de demostrar que no se trata un caso de posible trashumancia.

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No obstante, las resoluciones expedidas a la fecha fueron trasladadas también a los organismos de control, para que estos puedan determinar si existe la comisión de delitos y faltas disciplinarias.

Comportamiento de la inscripción de cédulas en Norte

De acuerdo con el último informe de seguimiento al proceso de inscripción de cédulas hecho por la Misión de Observación Electoral, Norte de Santander registró la mayor tasa de inscritos por cada mil habitantes, con 159. En total se inscribieron entre octubre de 2022 y el pasado 29 de agosto, 185.629 personas.

Sin embargo, el departamento no apareció en la lista de las regiones con mayor riesgo de trashumancia electoral que presentó días atrás la Registraduría Nacional, una vez se conoció el consolidado de documentos inscritos en el censo electoral de este año.

Pese a estar arriba de la tabla con mayor número de inscritos por cada mil habitantes, la cifra de personas que cambió su puesto de votación para la contienda que se avecina se redujo en un 28%, con relación a hace cuatro años, cuando registraron el documento 258.282 ciudadanos.

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A nivel nacional también hubo una reducción en el número de inscritos para estas nuevas elecciones locales, al pasar de 3’450.627 documentos en todo el país en 2019, a 3’174.544 este año, lo cual implica un decrecimiento de 8,7% respecto a las anteriores elecciones locales.

Para la MOE, existen cuatro factores que pudieron haber incidido en este panorama: la violencia como un posible determinante de la tasa de inscripción de cédulas en algunos municipios; la alta o baja motivación e interés en política; la migración de nacionales al municipio, es decir, el porcentaje de colombianos en el municipio que llegaron a vivir allí en años recientes, y el nivel de cedulación y acceso a los puestos de votación.

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