En el marco de la conmemoración del Día del Abogado en Colombia, que se celebra para homenajear al político y abogado Cristóbal Hurtado de Mendoza y Montilla -quien fue el primer presidente de Venezuela luego de la declaración de independencia de este país-, es importante en este día resaltar como el derecho ha evolucionado ante la disrupción tecnológica, y los retos que se generaron en la pandemia en el sistema judicial y que aún continúan.

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Antes de la pandemia se hablaba que la implementación de la inteligencia artificial en el sistema judicial podría ser sujeto de anarquía digital y el camino para un sin número de delitos informáticos, y por lo tanto era necesario implementar su respectiva regulación.

Sin embargo, la pandemia aceleró que la rama judicial tuviera que evolucionar los procesos al mundo de la digitalización para lograr mayor agilidad y eficacia de los mismos, al igual que automatizar procesos estándar para el beneficio de los usuarios y la calidad de los mismos, reuniones mediante las plataformas virtuales para agilizar la toma de decisiones, tiempo, dinero y calidad de vida.

Entre otros aspectos relevantes fue conseguir el acceso y la administración de justicia, y la relación de los ciudadanos con el Estado para lograr que la tensión aun siendo de manera virtual, fuera personalizada y cada vez más humanizada.

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De acuerdo con este panorama, desde la academia se hace hincapié sobre la importancia y el reto de continuar adaptando e implementando todo el aparato judicial a las nuevas tecnologías, y en general la prestación de los servicios legales para el acceso integral a la justicia.

“Un reto para el país es lograr que el acceso a la justicia se de en condiciones de igualdad real, para lo cual es necesario la garantía de una efectiva conectividad para todo el territorio. Además, que las entidades públicas, tales como: las alcaldías, personerías, defensoría de pueblo, entre otros, brinden acompañamiento y capacitación a toda la población, especialmente a la más vulnerable”, señala Angélica Armenta, docente y decana del Colegio Jurídico y de Ciencias Sociales de Unicoc.

Asimismo, agrega la decana que “es importante que el sector acompañe desde lo normativo, puntualmente desde los derechos humanos, no solo desde el marco regulatorio, sino en la construcción de las políticas públicas relacionadas con el teletrabajo, la salud mental, el desempleo, educación virtual o remota, demandas de movilidad entre territorios y ciudades intermedias con ocasión de la pandemia”.

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En lo que se refiere a la dinámica que generó la pandemia en el campo del derecho, se mantienen los mismos escenarios laborales tradicionales para el abogado, pero a su vez, se han sumado escenarios novedosos como el legaltech y lawtech, que les brindan nuevas competencias a los abogados, como el uso de las nuevas tecnologías, y perfeccionar otras habilidades blandas como comunicar eficazmente, trabajar en equipo, lograr soluciones creativas, resolver problemas, y sobre todo ser resiliente.

“La pandemia, la globalización y la dinámica de la sociedad plantea para esta profesión una asistencia y presencia constante e integral del abogado en la vida de las personas y de la sociedad, por lo que, el acompañamiento de un profesional del derecho, es cada vez más importante en la gestión del riesgo jurídico”, finaliza Armenta.

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