Estamos navegando en la cuarta dimensión, pero encerrados en la tercera, así se podría resumir lo que es vivir una pandemia en plena revolución digital, en donde la vida como la conocíamos está tomando subidas y bajadas a velocidades que solo una conexión a fibra puede soportar.

La COVID-19 desde un punto de vista tecnológico es un software que nuestro mundo (hardware) no estaba preparado para correr, nos quedamos desactualizados ante un virus que nos ha debilitado en dos cosas fundamentales: la capacidad de agrupación física en espacios reducidos y de atención médica. Con estos dos simples cambios en la configuración preestablecida ha hecho temblar nuestras bases como civilización “moderna”, pero la pregunta que debemos hacernos es por qué aún seguimos funcionando si el hardware no colapsó.

Lea además ¿Por qué los colombianos compran tantos televisores?

La respuesta la podemos encontrar desde la invención del telégrafo, herramienta que permitió en código binario brindar la comunicación a distancia sin necesidad de un medio de transporte, después, el telégrafo empleó el código Morse, que se basaba en la utilización de señales largas (puntos y rayas) para cifrar letras y números. Eran los “unos” y “ceros” de aquel entonces; y que hasta el día de hoy ha logrado mantenernos a flote ante esta crisis histórica. 

Pero retrocedamos un poco para entender cómo la tecnología, que se ha desarrollado en los últimos 15 años, nos está salvando de un colapso total. La telefonía móvil se extendió por todos los hogares al igual que lo hicieron los computadores unas décadas atrás, pero con la diferencia que el celular se convirtió en un accesorio de moda y símbolo de estatus, que sirvió para posicionarlo como uno de los productos  más deseados y logró transformar radicalmente la forma en que percibimos el mundo.

Sin duda el gran salto ha estado, en que estos aparatos pasaron a ser inteligentes, al estar conectados, poseer cámaras y aplicaciones. Se convertieron en el kit perfecto para los tiempos que estamos viviendo, porque permiten la creación y transmisión de contenidos audiovisuales en tiempo real, algo que sin lugar a dudas existía desde el viaje a la Luna, pero que se hizo asequible para el gran público, logrando un nivel de comunicación nunca antes visto en la historia de la humanidad.

Este nivel de comunicación, ha sentado las bases para nuevos modelos de negocios, logísticos y productivos, que están permitiendo hoy en día ser la mejor llave para seguir moviendo la caja registradora.

Desde lo logístico, las ventas online son un claro ejemplo de ello, en el que ya no es necesaria una gran infraestructura física para ofrecer sus productos y en el que las transacciones se hacen incluso más seguras, gracias a los propios sistema de seguridad que están en nuestro móviles, como el reconocimiento facial, sensores de huellas dactilar o de iris. Claro ejemplo de ello fue la compañía Mercado Libre en el que sus ingresos aumentaron 61,1% en dólares y 123,4% en moneda constante frente a 2019, al alcanzar una facturación de US$878,4 millones, además, vendieron 178,5 millones de artículos, lo que significó un crecimiento interanual de 101,4%2.

Le puede interesar Colcrea 3D, creando sueños en tres dimensiones

El trabajo en casa o teletrabajo eran opciones que ya se empezaban a estudiar, pero debido que al ser una modalidad que se laboraba sin estar en el mismo espacio físico, se tendía a desconfiar, pero esta emergencia fue la chispa que prendió  estos sistemas  y dieran posiblemente paso a lo que espero se convierta en la normalidad, que gracias a aplicaciones como Zoom, Google Meet, Facebook, Telegram, entre otros, han logrado que se pueda establecer el vínculo necesario para que  se convierta en la nueva realidad, trayendo beneficios al empleado para que puediera tener más tiempo con sus seres queridos y el empleador para reducir costos de operación. 

Dicho medio se instaló con fuerza, porque aunque la mayoría de veces gestionábamos nuestra comunicación mediante grupos de mensajería, lo cierto es que para percibir las opiniones de los demás y tener una comunicación más fluida, es de vital importancia poder vernos y escucharnos, generando  así una mejor comunicación entre pequeños y grandes grupos. 

La industria del entretenimiento, como los videojuegos, servicios de video y redes sociales, han permitido minimizar el impacto del confinamiento, y esto no es un detalle menor, porque permite disminuir problemas como la ansiedad y la depresión, que pueden conllevar a problemas mayores que no solo afecta al núcleo familiar si no a la productividad en las empresas. 

Y esto se debe en gran parte a que tanto los videojuegos como las redes,  se está en interacción continua con otras personas, a su vez cuando se publica un contenido en las redes o se pasa un nivel en un videojuego, se están generando procesos que aumentan la creatividad, el pensamiento crítico y lógico, esto lleva a que la cuarentena sea en muchos sentidos más llevadera y por qué no saludable. 

Y como era de esperar el mercado de las consolas fue uno de los beneficiados, según los datos recopilados por Safe Betting Sites muestran que entre enero y julio de este año, se vendieron un total de 22.284.462 consolas de juegos en todo el mundo. La cifra es un 36,54% superior en comparación con las 16.319.770 consolas vendidas durante el mismo periodo del año pasado.

Otro de los factores que la tecnología ha ayudado desde los hogares son las aplicaciones de salud, que permiten llevar una trazabilidad del comportamiento de nuestro corazón, ciclo menstrual, detección de caídas e incluso detectar ruidos altos y en caso de alguna emergencia dar avisos a nuestro centro de salud o familiares, son otras de las ventajas que el avance de las tecnologías de la información nos brindan en estos tiempos de confinamiento.  

En países como Colombia aún hay una brecha enorme en cuanto al acceso de las últimas tecnologías, lo que en muchos casos impide un correcto aprovechamiento, como los casos que se han vuelto virales, de estudiantes que tienen que subirse a lo más alto de un árbol con el celular para poder recibir clases, es un claro ejemplo de ello. 

Así mismo pasa en familias que deben turnarse los equipos para cumplir con sus obligaciones y no volverse un número más en la estadística de los no conectados. 

Las industrias que ya estaban apostando por lo digital su modelo de negocio, son las que más están sacando provecho de este panorama, que por todos los cambios en nuestro planeta por la industrialización desequilibrada han producido y producirán más situaciones como esta. 

Un ejemplo  de ello fue en el municipio de Cúcuta, en  abril, por incendios forestales en el departamento por unas de las sequías más extremas, quemas de basuras en Venezuela y las propias industrias locales produjo un humo nunca antes visto, en el que no se podía ver a más de 5 metros y la respiración se entrecortaba, parecía estar viviendo una escena de terror,  la situación fue tal que se hizo tendencia a nivel nacional en twitter en el hashtag #soscucutaseasfixia. 

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Redacción Gabriel Moncada Figueroa | gamonfi@gmail.com