Corría la tarde del pasado 31 de julio. Era la ocasión ideal para la armonía familiar. En la sala de una casa del barrio Videlso, en el municipio de Los Patios, área metropolitana de Cúcuta, estaba Yesid Evelio Quintero Isaza, comerciante y padre de familia. Lo acompañaban su esposa, su hija, su yerno, su nieta y la empleada de la familia. Eran las 4:30 de la tarde cuando el miedo se apoderó de todos.
Tres hombres irrumpieron con violencia y simularon un robo, pero tenían un solo objetivo: secuestrar a Quintero Isaza.
Armados y con palabras intimidantes, los secuestradores amarraron a todos los integrantes, mientras pedían los celulares de cada uno. Luego, procedieron a encerrarlos en una habitación y advirtieron que cualquier intento de grito de auxilio lo pagaría el padre de familia.
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Mientras tanto, en la sala de la vivienda era amordazado Quintero Isaza, quien es conocido por sus negocios en el Centro Comercial Alejandría y quien actualmente es propietario de un parqueadero en el centro de la ciudad. Sin embargo, dentro de la habitación en la que estaban todos los familiares no esperaban el rapto de su ser querido.
Desde esa habitación se oían las advertencias de los intrusos; mientras uno de ellos avisó a otro cómplice, quien los esperaba cerca de la vivienda con una camioneta Chevrolet Grand Vitara, de placa venezolana, quien llegó para transportar y culminar con el secuestro del comerciante.
El rastro de los secuestradores
Cuando la casa quedó en silencio, la hija de Quintero Isaza logró zafarse y liberó a los demás familiares. Como pudieron salieron de la habitación y corrieron a buscar al padre de familia por toda la casa, pero al no hallarlo dieron aviso a las autoridades.
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El cuadrante de la Policía Metropolita de Cúcuta llegó y procedieron con la alerta y la recepción de la denuncia. A las 4:50 p.m. unidades del Grupo de Acción Unificada por la Libertad (Gaula) del Ejército y la Policía de Cúcuta llegaron y de inmediato arrancó la investigación y la ardua búsqueda.
Al llegar la noche, los puntos que dan a la frontera con Venezuela, desde Los Patios así como la salida a Chinácota estaban resguardados para que los secuestradores no lograran sacar de ese municipio al comerciante.
Las labores de trabajo no pararon y con el seguimiento de las cámaras de seguridad, las entrevistas de campo y el olfato para seguir la ruta del vehículo, antes y después del secuestro, fueron claves para ubicar el paradero de la víctima.
La operación rescate
Por eso, para la tarde del jueves, 1 de agosto, ya tenían listo un operativo de rescate. “Todas las pistas recolectadas indicaban que en una casa del conjunto residencial Mararay, ubicado en Los Acacios, a las afueras de Los Patios, estaba la víctima con sus secuestradores, por eso, se tramitó de inmediato una orden de allanamiento.
