Jairo Moreno, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Fátima, en Villa del Rosario, confesó que durante los dos periodos de su labor comunal nunca había pasado un susto tan inminente como el que tuvo que soportar la noche del lunes, cuando un grupo de hombres armados pintó grafitis en su casa y, además, disparó en al menos seis oportunidades contra la vivienda.
Los rastros del hecho violento permanecían el martes en las paredes y el portón de la vivienda, dejando a su paso miedo y temor por los móviles que motivaron el ataque.
Sin embargo, Moreno aseguró que no ha sido víctima de amenazas ni de ningún tipo de extorsión, por lo que desconoce las causas del hecho.
No obstante, tampoco descartó que el ataque esté dirigido hacia cualquier miembro de su familia, pues en la vivienda vive junto a tres hermanos y sus hijos.
“No puedo asegurar que sea para mí o para un familiar. Lo que no entiendo es por qué pasó esto”, dijo Moreno.
A pocos metros de la casa donde ocurrió el ataque hay una cámara de seguridad de la Policía, por lo que se espera que las autoridades avancen con las pesquisas y se pueda identificar, judicializar y capturar a los responsables del hecho.
Aunque los autores del ataque dejaron pintado un grafiti con las siglas Epl, alusivas a Los Pelusos, las autoridades consideran que este grupo armado ilegal no es el autor del hecho.
“Es una banda delincuencial que está intentando intimidar para extorsionar, pero ya estamos avanzando en las pesquisas”, dijo una fuente judicial.
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Problemas de salud
Moreno, quien lleva ocho años presidiendo la JAC del barrio Fátima, aseguró que actualmente se está recuperando de tres cirugías que le practicaron hace al menos veinte días, por lo que ni siquiera puede salir de su casa.
“Yo estoy dedicado a recuperar mi salud y la verdad que últimamente no me he metido en ningún tema de inseguridad ni nada por el estilo”, explicó el líder comunal.
La Policía Metropolitana de Cúcuta inició las pesquisas y tomó la solicitud de protección que solicitó Moreno, mientras avanzan las investigaciones.
Algunos rosarienses manifestaron que la ola de inseguridad sigue azotando a este municipio del área metropolitana de Cúcuta, por lo que les pidieron a las autoridades mayor presencia y control para esta población.
“Acá es normal que cometan este tipo de hechos para intimidar a la población y así mantener el miedo para que uno pague cualquier extorsión”, dijo uno de los habitantes de la zona.