Con la reciente desarticulación de la banda de ladrones de motocicletas, denominada ‘Los de Pizarro’, por parte de la Policía Metropolitana de Cúcuta, se logró dar un fuerte golpe a la estructura delictiva dedicada al negocio de la venta de motos robadas.

Miembros de la Unidad Investigativa de Automotores de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), capturaron a ocho integrantes de la red delincuencial en el barrio Trigal del Norte y Los Patios. Otros cinco ya habían sido capturados.

Los asaltantes acorralaban a sus víctimas en zonas aisladas con varias motocicletas, para luego llevarse la moto robada hasta una casa de Los Patios, donde permanecía escondida hasta que era vendida en Venezuela por encargo.

Las motos de alto cilindraje como las Kawasaki KLR, Suzuki DR650 y las Yamaha BWS, eran las más apetecidas por esta red criminal que operaba principalmente en los barrios Torcoroma, La Libertad, Aguas Calientes, la urbanización Niza y la Avenida del Río en Cúcuta y Los Patios.

Las investigaciones apuntan a que ‘Los de Pizarro’, antes de atacar a sus víctimas, les hacían labores de seguimiento, logrando determinar sus recorridos, los horarios de mayor movilidad y las zonas propicias para llevar a cabo el hecho delictivo.

Entre los ocho capturados se encuentra un ciudadano venezolano. Los detenidos fueron identificados como Franklin Moisés Arias Vera, conocido como ‘Puchis’, líder de la organización; Omar Javier García Hernández, ‘Omar’; Bryam David Ramírez Cárdenas, ‘Pájaro’; Jesús Francisco Vanegas Orduz, ‘Ojitos’; Giovanny Alberto Medina Guisao, ‘Yogui’; Brayan Alexander Ruiz Quintero, ‘Chancleto’; Renzo Guillermo Castro Niño, ‘Caraota’, y Orlando Antonio Contreras López, conocido como el ‘Veneco’.

Los hombres recibieron medida de aseguramiento en el centro Carcelario y Penitenciario metropolitano de Cúcuta, sindicados de los delitos de concierto para delinquir, hurto calificado y agravado y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, aseguró que el negocio del tráfico de motos robadas en el área metropolitana se nutre de los encargos que se hacen desde el vecino país.

La zona de frontera juega un papel determinante para que los atracadores cometan los actos delictivos y en cuestión de minutos atraviesen los puentes fronterizos con los elementos hurtados.

La Policía ha descubierto casas que funcionan como centros en los que desguazan las motocicletas para venderlas por partes, también en Venezuela.

Sin embargo, entre las estrategias de seguridad de la institución en esta zona del país, figura la de continuar desmantelando estas redes de asaltantes que expanden el foco de su accionar también al hurto de carros para utilizarlos posteriormente en la comisión de delitos.

Desde 2014, la Sijín inició una campaña de demarcación de las motos en lugares estratégicos del vehículo para evitar los robos.

Aunque el hurto de motos ha aumentado en la capital de Norte de Santander, a diario la Policía recupera motocicletas robadas.

Además, la semana pasada, en un parqueadero abandonado del barrio Trigal del Norte, policías hallaron ocho vehículos de alta gama, entre los cuales aparecieron seis con matrículas venezolanas, dos de ellos reportados como robados.

Según las investigaciones, estos carros eran utilizados para el transporte de sustancias estupefacientes, tráfico de armas de fuego o municiones y la movilización de integrantes de bandas delincuenciales o estructuras de crimen organizado.

Bloquean el rastreador

El grupo de Automotores de la Sijín estableció que los atracadores de carros y motos están utilizando los inhibidores de señal para bloquear el rastro a través de GPS que se adaptan a los carros y a las motos.

En un reciente caso que se registró en la vía a Sardinata, y en el que fue robado un camión, a través de un inhibidor se bloqueó la señal para trasladar el vehículo hasta Cúcuta.

Sin embargo, la dirección de Tránsito y Transporte logró desbloquear la señal, ubicando el automotor en un parqueadero.

Los miembros de la Sijín reconocieron que gracias al trabajo coordinado con los usuarios de las empresas que prestan servicios de ubicación y rastreo se ha logrado ubicar y recuperar varios vehículos robados.

“Entramos a establecer las coordenadas con los localizadores GPS y así ubicamos los vehículos”, explicó un investigador.

Sin embargo, la falta de cultura de seguridad de las personas facilita el accionar delictivo de los asaltantes.

“Hay casos donde las personas han dejado las motos prendidas con las llaves puestas”, confesó el agente, quien hizo un llamado a la comunidad para que no dé‘papaya’ a los ladrones.

Dijo que por estar ubicados en la zona de frontera es común que los ladrones siempre intenten pasar los vehículos al vecino país.

Sin embargo, en coordinación con las autoridades venezolanas se ha logrado contrarrestar esta forma de operar de las bandas de atracadores.