La mañana de ayer, los habitantes de la avenida 9 con calle 15, del barrio Belisario, se encontraban entre asombrados y preocupados por un hecho delincuencia que se presentó la noche anterior, en el que dos personas resultaron heridas a bala.

El suceso se dio cuando un comerciante llevaba a uno de sus empleados a su residencia, después de terminar la jornada laboral.

En medio de su recorrido, cuando las dos personas llegaban de ese sector de la ciudadela Juan Atalaya, fueron interceptadas por cuatro hombres que también se movilizaban en dos motos y que, al parecer, los iban persiguiendo.

Los desconocidos se les acercaron a las víctimas y luego de sacar un arma y apuntarles en la cabeza, para tratar de robarles la moto, el comerciante aceleró e intentando huir, junto con el empleo que llevaba.

En medio de esa maniobra, uno de los asaltantes les disparó a las víctimas, resultando heridos.

Según se conoció, tras lo sucedido, los hombres heridos llegaron al Policlínico de Atalaya, donde recibieron atención médica por los galenos de turno.

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Dada la hora y el clima, los habitantes de ese sector no lograron conocer con certeza qué había sucedido. Aunque si escucharon los disparos, pero no prestaron mucha atención y solo se enteraron de lo sucedido, ayer.

Además, según los vecinos de ese barrio de Cúcuta, allí es normal que se escuchen esos sonidos casi a diario, pues es una nueva modalidad que están implementando en las motos GN.

“El barrio está muy peligroso, se está viendo mucha delincuencia y todos los días se ven personas diferentes que uno no conoce”, aseguró un habitante del sector.

Atracos a diario

Atracos a mano armado para llevarse celulares o cualquier pertenencia de las personas o asaltos a diferentes establecimientos, son el ‘pan de cada día’ en ese sector de la capital de Norte de Santander.

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Minutos después del ataque a bala a los dos motorizados, la comunidad fue víctima de otro hecho de inseguridad. Delincuentes entraron a un supermercado, ubicado en la calle 13 entre avenidas 15 y 14, y como si nada robaron las pertenencias de quienes estaban a esa hora en ese establecimiento.

La comunidad está cansada y pide a las autoridades más presencia de los cuadrantes de la Policía, más rondas y acciones estratégicas que garanticen la tranquilidad entre los habitantes.

“Necesitamos más presencia de la Policía, que esté más pendiente, esto está muy peligroso, hay muchos robos y aunque uno prefiere callar, por miedo, a terminar amenazado, no se puede vivir tranquilo”, explicó otro residente de ese barrio.

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