Aparte de sobrellevar la pena, el dolor y la frustración por el asesinato de Andrés Alfonso Durán, ocurrido el martes, en la avenida 1 entre calles 11 y 12, zona céntrica de Cúcuta, sus familiares siguen sin entender cómo los cuatro motorizados que llegaron a atracarlo a él y a su amigo, tuvieron el tiempo de enterarse del retiro del dinero que hicieron en una entidad bancaria.

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Sus conjeturas, cargadas de frustración y rabia, apuntan a que el fleteo fue planeado, y esperan que la Fiscalía vincule a la investigación a todas las personas que dialogaron con Andrés Alfonso y el amigo con el que sacaron la plata.

“Hubo una perdida innecesaria, y creemos que deliberada, de tiempo en el banco. Normalmente al retirar una cantidad de dinero uno solo va a taquilla y se hace el procedimiento para el desembolso del efectivo, pero cuando ellos fueron, los hicieron pasear por la entidad, como dilatando el proceso, tuvieron que ir a tres lugares distintos dentro del banco, hasta que entregaron el dinero”, manifestó el familiar.

Y es que esa situación particular de retrasos, para el compañero de Andrés, también fue muy extraña, pues él acostumbraba a retirar cantidades similares de dinero de forma cotidiana, acorde a los familiares de la víctima, nunca había tenido que dirigirse a tantos lugares para poder recibir el dinero.

“Nosotros salimos del banco y nos fuimos por la calle 13 para agarrar la avenida 1, pero a las pocas cuadras, un tipo en una tienda nos miró como raro, entonces le dije a Andrés que cruzáramos la calle por la mirada amenazante del hombre, pero ya cuando estábamos a cuatro casas de llegar, nos agarraron los atracadores, todos estaban en motos señoriteras”, manifestó el compañero de la víctima.

Los familiares de la víctima, solo esperan que la muerte de su ser querido no quede impune, porque alegan que Andrés, no se merecía aquel desenlace tan trágico.

Una persona especial

Con una mirada perdida en recuerdos y anécdotas de la víctima, allegados a Andrés Alfonso, explicaron que él era un hombre muy pasivo y tranquilo. Así mismo siempre estaba presto a ayudar a cualquier persona, pues afirman que su corazón era muy grande.

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“Era muy especial, el mejor de todos. No se metía en problemas, muy tranquilo, ante cualquier discusión o conflicto, se prestaba para escuchar y entender las situaciones. En más de una ocasión cuando un habitante de calle le pedía dinero para comer, él prefería acompañarlo a una tienda y comprarle comida directamente. Solo pensaba en ayudar a los demás”, dijo con nostalgia una persona cercana a la víctima.

¿Y ahora qué?

Aquellas impresiones y conjeturas que los allegados tienen sobre las inconsistencias de ese atraco, que terminó en homicidio en el centro de la ciudad, serán materializadas en un futuro proceso legal que pueda darles paz y justicia.

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“Por ahora esperaremos a que Medicina Legal nos entregue el cuerpo para proceder a hacerle su cristiana sepultura, luego vamos a dialogar como familia el próximo paso a seguir, pero muy seguramente será un proceso legal para esclarecer el hecho. Esta muerte no quedará impune”, concluyó un familiar.

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