La noche del martes, cuando los residentes de la calle 3 con avenida 14 del barrio Comuneros, en la ciudadela de Juan Atalaya, se disponían a descansar del trajín diario, la detonación de varios disparos, se encargó de interrumpir su tranquilidad.

En cuestión de minutos el caos se apoderó de este sector de la Comuna 7 de Cúcuta. “La gente que estaba sentada en los porches con sus familias y amigos, corrían hacia el interior de sus casas para refugiarse”, contó un vecino de la zona.

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Según las versiones, Faider André Díaz Celis, de 18 años, se encontraba conversando con un conocido, cuando fue atacado por un hombre armado.

El hecho

Hacia las 8:10 de la noche, el joven de 18 años, decidió salir de su vivienda y dirigirse a la casa de un amigo que se encontraba a escasos metros. Mientras ambos conversaban, se percataron de una situación muy particular.

Dos hombres que se movilizaban en una motocicleta NKD, color negro, estaban dando varias vueltas en una misma dirección, como si estuvieran en busca de algo o alguien. Este comportamiento comenzó a generar sospecha entre los muchachos, por lo que Faider le dio su celular a su acompañante para que los guardara en la casa.

“Mi hijo estaba hablando con Faider cuando pasó todo. Ellos estaban hablando cuando vieron que habían dos personas en una motocicleta merodeando la cuadra, pensaron que los iban a robar así que mi hijo entró a guardarlos, en ese momento comenzaron a disparar”, aseguró la madre del acompañante de la víctima.

Al parecer, un pistolero que se movilizaba en la motocicleta, se acercó con el pretexto de preguntar sobre la ubicación de un cajero automático y cuando esperaba la respuesta, desenfundó el arma e hizo varios disparos.

Aunque el agresor accionó en varias oportunidades el arma de fuego, Díaz Celis fue impactado por una de las balas en el abdomen.

“Al principio pensamos que el sonido provenía de los escapes de la motos que estaban circulando por la avenida, pero las detonaciones fueron constantes y eso nos asustó por completo”, dijo un residente del barrio.

Tras cometer el hecho, los dos hombres huyeron de la escena, dejando abandonado a Faider, quien, según testigos, gritaba del dolor.

Al lugar llegaron familiares del herido para auxiliarlo, trasladándolo al Policlínico de Atalaya, para que recibiera atención médica de urgencia, y de allí fue remitido a una clínica en donde se recupera satisfactoriamente de sus heridas.

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Al lugar de los hechos arribaron agentes de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), y acordonaron la zona, mientras la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) realizaba la inspección técnica de la escena, encontrándose con siete vainillas percutidas.

Aún se desconoce los móviles del ataque sicarial de la noche del martes, por lo que las autoridades continúan con las labores de búsqueda y recopilación de material que indique cual habría sido la principal causa del hecho.

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