La cercanía que tienen los campamentos de la comunidad indígena Yukpa, en el barrio El Escobal, con la frontera con Venezuela, fue aprovechada por un pistolero que terminó quitándole la vida a un menor de 16 años, miembro de esta población, la noche del lunes.
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Según se conoció, el hecho ocurrió a las 8: 30 de la noche, cuando la víctima, junto con su pareja, iba hacia el baño.
El joven y su esposa fueron sorprendidos por un hombre que estaba vestido de negro, que rápidamente sujetó a la mujer por la espalda y le tapó la boca, mientras la intimidaba con un arma, por lo que su acompañante trató de correr para alertar a los demás indígenas y en ese momento el agresor le disparó en la espalda.
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El menor de edad cayó al piso gravemente herido, mientras que el autor del hecho huyó con rumbo hacia el país vecino.
La víctima fue auxiliada y trasladada de inmediato al Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde finalmente llegó sin signos vitales.
El menor trabajaba como reciclador alrededor de la zona donde fue atacado y se conoció que era oriundo de Venezuela, pero desde hace al menos diez años vivía en Cúcuta.
Unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta fueron alertadas del hecho y arribaron al lugar para custodiar la escena del crimen, mientras que los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección y del levantamiento del cadáver.
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Las autoridades tendrán que avanzar en las indagaciones del hecho para determinar qué móviles rondan este asesinato.
Alrededor del lugar no hay cámaras de seguridad, por lo que hasta el momento se desconoce la identidad del pistolero.
Sin embargo, en la escena del ataque fue hallada una vainilla que será sometida a estudios de balística para seguirle el rastro al arma que fue utilizada en el crimen y así empezar a armar el rompecabezas del suceso, lo que les permitirá a los investigadores judiciales establecer quiénes fueron los autores intelectuales y materiales del homicidio.
Grupos ilegales
La comunidad Yukpa ha sido intimidada y amenazada por el Ejército de Liberación Nacional (Eln) en la zona de frontera. En algunas ocasiones, grupos de hombres armados llegaron hasta su territorio para intimidar a los indígenas con armas.
No obstante, los investigadores deberán establecer qué causó este reciente hecho de violencia que alteró la tranquilidad que se vivía en el campamento indígena.
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