La inseguridad en el barrio La Parada de Villa del Rosario, es un problema ampliamente conocido por las autoridades. La extorsión y los ataques sicariales han convertido esta zona comercial en uno de los puntos más críticos del municipio histórico.

Un ejemplo reciente de la gravedad de la situación es el asesinato de Jhon Carlos Galavis Lizarazo, un reconocido comerciante del sector, ocurrido hace seis días, mientras atendía su negocio, ‘El Bodegón de Miranda’.

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Ante esta problemática, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) ha intensificado su operatividad en la zona, logrando capturas que buscan prevenir futuros delitos.

Fue así como el pasado domingo, a las 7:40 de la noche, unidades del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) se encontraban adelantando actividades de registro y control en el barrio La Parada, y al notar la presencia de dos personas que actuaban de manera sospechosa.

Darwin Jesús Uzcátegui Uzcátegui, de 19 años, y un menor de edad, se movilizaban en una motocicleta de color azul, con placa venezolana AE7E06J.

La actitud nerviosa de los motorizados despertó la alerta de los policías, quienes de inmediato les hicieron la señal de pare para proceder a un registro.

Pero en vez de acatar la orden, los sospechosos decidieron emprender la huida, lo que alarmó a los uniformados.

Los policías, en una rápida reacción, iniciaron una persecución, que culminó pocos metros más adelante, logrando interceptar a los dos individuos.

Tras ser detenidos, los policías procedieron a realizar un registro personal, descubriendo que en su poder llevaban un revólver, cargado con cinco cartuchos calibre 38 milímetros. Ante el hallazgo del arma de fuego, procedieron a realizar la captura de Darwin Jesús y la aprehensión del menor de edad que lo acompañaba.

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El detenido fue puesto a disposición de la Fiscalía, mientras que el adolescente fue remitido al Centro Especializado de Servicios para Adolescentes (Cespa), donde ambos deberán responder por el delito de porte ilegal de armas de fuego.

Al cierre de esta edición, tanto Darwin Uzcátegui como el adolescente se encontraban a la espera de que se definiera su situación jurídica.

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