El rastro que les siguen las autoridades a los lugares de expendio de drogas desencadenó la captura de Jairo Andrés González Castrillón, conocido como ‘Jj’, quien al parecer vendía estupefacientes en Punta Brava, lugar del barrio Magdalena que se ha caracterizado por ser el fortín de las estructuras del microtráfico.

Un grupo de uniformados de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta en conjunto con el CTI de la Fiscalía llegó a una vivienda de la avenida 20B con calle 22, para adelantar los allanamientos.

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En medio de las pesquisas, las autoridades se incautaron de una pistola marca Prieto Beretta, tres proveedores, 33 cartuchos calibre 9 milímetros y 317 gramos de marihuana, por lo que González fue detenido por porte ilegal de armas y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.

“Este hombre aseguraba que era integrante del Tren de Aragua y así se encargaba del microtráfico y de otros hechos que se están investigando”, dijo una fuente.

La captura

Según se conoció, cuando las autoridades llegaron en busca de ‘Jj’, este se había cambiado de residencia, por lo que los uniformados tuvieron que redireccionar el operativo de manera ágil y sigilosa, para evitar que su objetivo escapara.

Aunque González intentó huir, rápidamente los policías lo cercaron y así lo pudieron atrapar para que responda a la justicia por los delitos que le imputaron.

El arma incautada está siendo sometida a estudios de balística para determinar si ha sido utilizada en algunos homicidios.

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El imperio de la droga

El sector Punta Brava, en Magdalena, ha sido un referente del expendio de drogas desde hace varias décadas, siendo un escondedero protegido por las estructuras del narcomenudeo.

En septiembre de 2017, la Policía, en conjunto con el CTI de la Fiscalía se tomaron las calles de este sector, para capturar a los integrantes de una banda delincuencial conocida como La Punta que mantenía el control de la venta de estupefacientes y cometía homicidios en al menos 23 barrios.

Policías, haciéndose pasar como consumidores de drogas y jíbaros, además de múltiples interceptaciones de llamadas durante ocho meses, fueron necesarios para desarticular a esta organización delincuencial.

Las autoridades le siguieron el rastro, de manera minuciosa, a esta banda que delinquía en el sector de Punta Brava, desde 2014.

Este sector ha sido considerado como el “Bronx” cucuteño, por toda la cadena delictiva y criminal que lo rodea.

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