Para la familia de Rafael Manrique Tarazona, de 40 años, y su sobrino Óscar Enrique Lindarte Tarazona, de 22, los últimos días han sido una completa zozobra, luego de que sus seres queridos desaparecieran el pasado viernes 5 de noviembre.

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Para ellos es extraña la desaparición de Rafael, quien se encontraba con su sobrino Óscar Enrique, porque son personas que trabajan como agricultores en unos cultivos de arroz en el corregimiento Astilleros, zona rural de El Zulia, en donde viven.

“Ellos, como todos los días, estaban trabajando, pero esta vez no aparecen por ningún lado. Los celulares están apagados y no dan una señal de dónde se encuentran”, comentó una familiar de los dos agricultores.

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Con el paso de los días, el dolor aumenta, porque nadie tiene ni una sola noticia de su paradero. Algunas personas le han dicho a la familia que la última vez que los vieron fue el viernes de la semana pasada, cuando se movilizaban en una motocicleta Arsen azul venezolana, la cual usaban para desplazarse desde su vivienda hasta las parcelas en donde trabajaban todos los días.

“Ellos trabajaron ese día en el cultivo hasta mediodía. Desde ese momento no se sabe nada sobre donde estén. Dicen que salieron del lugar”, explicó la familiar.
 

Los chismes

Muchas versiones rondan la desaparición de Rafael Manrique y Óscar Lindarte, incluso han llegado a decir que encontraron sus cuerpos descuartizados en bolsas, pero son falsas noticias que les parte el corazón en dos, porque siempre ronda en sus mentes el temor de que les pudo haber pasado algo malo.

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“Todo esas noticias mentirosas y que nos están haciendo daño, pasan por las emisoras de la ciudad y por algunos canales regionales de televisión, son solo chismes. Nadie nos da una razón de ellos, ni si quiera se toman la tarea de llamarnos a averiguar”, comentó la desconsolada mujer.

Los familiares han ido a la morgue de Medicina Legal para ver si tío y sobrino están ahí, pero nada, no han podido dar con el rastro de ellos.

En los ocho días que llevan de desaparecidos, la familia espera que las personas que los hayan visto lo hagan saber, pues tienen la esperanza de que aparezcan lo antes posible.

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“Ellos llevan viviendo acá de toda la vida. Más de 30 años en la vereda, es mucha la gente que nos conoce y sabe que no nos gustan los problemas”, señaló la mujer.

Por lo pronto, ya pusieron la denuncia ante la Fiscalía, mientras aguardan que los dos agricultores vuelvan a casa.

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