Durante varias horas, los habitantes del corregimiento San Pedro, zona rural de Cúcuta, tuvieron que observar el cadáver de un hombre que flotaba en el río Pamplonita. Desde las 6:00 de la tarde del viernes, un pescador se percató de la mortal escena, cuando lanzó la atarraya para atrapar peces.

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Según algunos vecinos, en medio de la oscuridad, el hombre detuvo la jornada de pesca, cuando observó que algo extraño flotaba en el agua.

“Cuando se dio cuenta de que era un hombre muerto, salió corriendo y le avisó al presidente de la Junta de Acción Comunal, para que alertara a la Policía”, recordó una habitante de esta zona.

Sin embargo, miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) arribaron al lugar la mañana de ayer para rescatar el cadáver que flotaba en la mitad del afluente.

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Entre los habitantes de San Pedro hay asombro. La muerte es extraña en esta zona, donde la mayoría de los pobladores son familiares y conocidos.

“Da mucho miedo eso, porque a nosotros nos toca pasar el río cuando vamos para Los Patios. Acá es muy sano y nos causa mucha impresión”, dijo una vecina de este corregimiento.

Los curiosos que rodearon la ribera del río, que colinda con una finca del sector, estaban expectantes para conocer quién era el hombre que permanecía sin vida, por eso esperaron hasta que los investigadores judiciales ingresaran al agua para sacarlo.

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Los funcionarios judiciales rescataron el cadáver que estaba desnudo, bocabajo y además, tenía una franela amarrada en el cuello.

Sin embargo, no le encontraron rastros de violencia. El Instituto de Medicina Legal se encargará de establecer las causas de la muerte.

Los investigadores de la Brinho trasladaron el cuerpo al instituto forense, sin ser identificado, debido a que no tenía documentos y al lugar no asistió ningún familiar que lo reconociera.

Algunos vecinos del lugar, aseguraron que el jueves oyeron algunos disparos por el sector.

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“Al otro lado del río, ahora es común ver grupos de personas instalados en cambuches y hasta consumiendo drogas, por lo que ya le hemos dicho a la Policía que esté atenta a eso”, dijo uno de los habitantes.

Cruzar el río para comunicarse con Los Patios es una tarea constante para los habitantes de San Pedro, por lo que, además de desafiar la corriente del agua, ahora tienen que enfrentarse a los riesgos que hay en la ribera.

Sin embargo, los vecinos de este corregimiento se sienten seguros de convivir con la mayoría de familiares y amigos, sin permitir que lleguen personas extrañas a habitar sus terrenos.

“A El Pórtico han llegado a vivir personas extrañas y ahora atracan muy seguido, si no le prestan atención a eso, se descontrola”, reclamó otra habitante del lugar.

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