Los habitantes de Valles de las Vegas, en la zona montañosa que está sobre el barrio Llanitos (Los Patios), ayer entrecruzaban miradas y algunos comentarios invadidos por el temor a que retorne una nueva oleada violenta, tras el asesinato de Arturo José Perozo Colmenares, conocido como ‘Minimí’.
Lea aquÍ: Disparos, atracos y violaciones en Los Patios
Este hombre, que hace poco tiempo salió de la cárcel, fue atacado de al menos cuatro balazos en un camino rodeado de zona boscosa de este asentamiento humano.
Según se conoció, cuando la víctima consumía drogas, dos desconocidos lo obligaron a irse con ellos hacia un sector desolado y posteriormente lo impactaron en el pecho y abdomen. El hecho, al parecer, ocurrió a las 10:00 de la noche del miércoles.
Según se conoció, la comunidad y los comerciantes del sector alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta de la presencia sospechosa de estas personas y de inmediato los uniformados arribaron al lugar y los detuvieron en medio de una persecución cuando pretendían escapar.
Apoya a La Opinión haciendo clic aquí: https://bit.ly/3ljBtXC
Sin embargo, al recobrar la libertad, ‘Minimí’ decidió volver a Valles de las Vegas, al parecer, para intentar dominar el territorio y así ostentar un imperio de microtráfico y terror.
“Lo veíamos por acá, pero nadie hablaba con él (…) ya estamos cansados de tanta cosa mala con nosotros”, dijo un habitante de la zona.
Asimismo, aseguraron que alrededor de los lugares por donde siempre frecuentaba Perozo, se oían constantemente disparos.
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) arribaron al lugar del hecho y adelantaron la inspección y el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.
El rastro del terror
Los habitantes de las invasiones Nazareth, Valles de las Vegas, Pisarreal y Llanitos han estado sometidos bajo el terror, la violencia, los robos, violaciones y hasta desplazamientos, por cuenta de una banda criminal que fue desarticulada por la Policía, el año pasado.
El pánico lo infundían a nombre de Los Pelusos, por lo que sus víctimas tenían que soportar actos de tortura bajo intimidaciones y amenazas, sumados a disparos y constantes robos.
“Llegaban disparando sin importarles los niños, se metían a las casas, se robaban hasta los pollos y amarraban a las personas para violar a las mujeres”, este fue uno de los relatos de uno de los habitantes de esta zona.
Sin embargo, en abril de este año, la Policía Metropolitana capturó a Fausto Antonio Reyes Contreras, alias Bisuri, quien lideraba la estructura, junto con otros presuntos encargados dominar el microtráfico de drogas.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/3ljBtXC
