Esneider Rodríguez Pérez murió cuatro días después, tras aferrarse a la vida al sufrir quemaduras en todo su cuerpo, en un hecho que está en investigación y del que pocos detalles se han entregado.
El pasado domingo, a eso de las 4:45 de la tarde, el cuerpo de Rodríguez Pérez ardía en llamas, la razón es desconocida, lo único claro es que la tragedia ocurría al interior de una celda en la estación de Policía de Sardinata.
La gravedad de las heridas obligó el traslado de Rodríguez al Hospital Universitario Erasmo Meoz de Cúcuta, en donde fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), allí permaneció bajo pronóstico reservado hasta ayer, cuando se confirmó su deceso.
Se pudo conocer que Esneider Rodríguez iba a ser trasladado a una Unidad de Quemados en Bogotá, pero sufrió un paro respiratorio, que le causó la muerte de manera inmediata.
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En investigación
El personero de Sardinata, Edwin Gutiérrez, le aseguró a La Opinión que se están adelantando las investigaciones pertinentes para determinar si las autoridades tuvieron un mal proceder.
“Se hizo la solicitud a la Procuraduría para investigar un posible mal procedimiento por parte de los uniformados, sin embargo, desde la Personería hemos asesorado a sus dos hermanas y acompañándolas en todo el proceso”, comentó el funcionario.
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Lo velarán en Sardinata
El dolor de los familiares de Esneider, es inevitable. Con la voz entrecortada manifestaron que solo esperan darle una cristiana sepultura en su hogar: Sardinata.
Ambas mujeres, una que reside en la zona rural de ese municipio de Norte de Santander y la otra que vive en San Cristóbal, esperaban la entrega del cuerpo de su ser querido para trasladarlo a su tierra.
A su vez, manifestaron que luego del entierro de su hermano, adelantarán los procedimientos necesarios para determinar “lo que realmente sucedió el día de los hechos”.
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Los hechos
Ese domingo, una hora antes de que Esneider resultara quemado, había sido llevado por un cuadrante de la Policía hasta la estación. A él lo señalaban de protagonizar una riña callejera con otra persona, en donde los dos se amenazaban mutuamente con armas punzocortantes, e incluso se hablaba de que algunos transeúntes estaban en riesgo.
Sin embargo, según las autoridades, la víctima habría prendido fuego a un colchón al interior de la celda y, luego, se habría acostado en él, lo que provocó que se quemara el 50% de su cuerpo.
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