A 10 días de cumplirse un mes del homicidio de Alirio Llanes Rabelo, cometido presuntamente por un policía adscrito a la Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), en el barrio Antonia Santos, sus familiares siguen afectados, tristes y frustrados al ver que, según ellos, nada ha cambiado desde entonces, y todos parecen haber olvidado el caso.
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“Transcurren los días y a pesar del esfuerzo que hicimos para que nos escucharan, vemos con rabia que no hay avances, había demasiado material probatorio el día que llegó la Fiscalía y la Policía a investigar el caso y todavía no entendemos por qué ese policía, Daniel Grimaldo, todavía goza de la libertad, como si no tuviera el muerto encima”, dijo con rabia una de las familiares de Alirio.
El domingo pasado, los familiares, junto con algunos vecinos, llegaron a las instalaciones de la Mecuc, en el barrio San Mateo, con camisas y globos blancos para protestar pacíficamente, pidiendo que desvincularan de la institución al uniformado que está involucrado en la investigación, hasta que el caso finalizara.
“Es lo mas imparcial que la Policía puede mostrar, lo digo con el mayor respeto, como abogado del señor Alirio le comento que nosotros ya tenemos material probatorio con el que ese patrullero, aprovechando de su uniforme, alteró la evidencia física de donde sucedieron los hechos y amenazó a los testigos”, expresó el abogado defensor de la familia de la víctima.
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Aun así, los esfuerzos de los familiares para conseguir información sobre el avance de la investigación, no han dado el resultado esperado. Tampoco han logrado que les expliquen el por qué el uniformado continúa en libertad y trabajando en una estación de Policía.
“Cuando fuimos hasta el comando de la Policía, nos dijeron que él sigue ejerciendo una medida administrativa en una estación de Policía que queda en la zona rural de Cúcuta, o sea lo sacan de las calles, pero después de lo que pasó lo mandan fuera de la ciudad y continúa trabajando. Eso no nos parece justo”, manifestó la familiar.